Deportes extremos

Así se hace un cruce perfecto en moto y traje de alas a 250 km/h

El piloto Dani Román y el motorista José Mincha han protagonizado un desafío extremo en Guadalajara, donde sincronizaron sus disciplinas para ejecutar un cruce aéreo milimétrico y sin comunicación directa.

La última locura de Dani Román y José Mincha

Publicidad

La precisión, la velocidad y la seguridad fueron claves en una maniobra que roza lo imposible. Lo que podría parecer sencillo a ojos del espectador se convirtió en uno de los retos técnicos más complicados de la carrera de Dani Román y José Mincha. Ambos atletas extremos, se enfrentaron a un proyecto donde la sincronización no admitía margen de error: realizar un cruce perfecto entre un salto de moto y un vuelo con traje de alas, con Dani desplazándose a 250 km/h.

El desafío tuvo lugar en La Muela, en Guadalajara. Un lugar elegido estratégicamente para facilitar la ejecución de esta maniobra. "En Guadalajara, La Muela, un sitio plano donde él pudiera poner la rampa y donde yo tuviera luego altura para volar después y abrir el paracaídas", explica Dani Román, especialista en salto base y vuelo en wingsuit. La elección del lugar no fue casualidad: el elegido permitía desplegar el vuelo con el tiempo y el espacio necesarios para abrir el paracaídas sin poner en riesgo la maniobra.

Sin margen de error

La prueba exigía precisión quirúrgica. Mincha, sobre su moto, aceleraba con fuerza en una rampa hasta alcanzar la velocidad adecuada. En ese preciso instante, Dani Román debía pasar por debajo del salto, volando a toda velocidad. "El gran reto de este proyecto era yo pasar a 250 km/h por debajo de ese salto que iba a hacer Mincha. Es decir, que cuando él estuviera arriba yo estuviera justo debajo. Esa sincronización era de milisegundos", detalla Román a Antena 3 Deportes.

Las medidas no dejaban margen al error. "El punto más alto cuando yo salto son unos 12 metros, más o menos", señala el piloto José Mincha.

"A mí me deja un margen de unos 6-7 metros para pasar", añade Dani Román. El peligro se incrementaba porque no existía ningún tipo de comunicación entre ambos durante la ejecución. "Sin ningún tipo de comunicación, así que si no calculamos bien, no hay cruce", admite Mincha.

El resultado fue un éxito absoluto. Dos disciplinas distintas unidas en un mismo instante, demostrando que la pasión, la técnica y la confianza pueden convertir lo imposible en una realidad. La seguridad del equipo fue un elemento fundamental para culminar esta hazaña sin incidentes, recordando que en deportes extremos la preparación y la profesionalidad son tan importantes como el propio espectáculo.

Puedes ver el informativo completo 'Noticias 1' en Atresplayer.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com

Publicidad