Gonzalo del Prado

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// Gonzalo del Prado

Unos Premios Oscar con subtítulos

'Parásitos', la fábula negra sobre clases sociales, arribistas, señoras de bien llenas de inseguridades, búnkers y familias succionadoras, ha ido poco a poco convirtiéndose en LA película que hay que ver.

De pequeño tuve la suerte de pasar muchos veranos en una playa de Huelva, cerca de Portugal. Esos días tenían poco de exóticos excepto porque se sintonizaban varios canales portugueses, y allí proyectaban las películas en versión original con subtítulos. Aquello, a mis hermanos y a mí, nos parecía una forma distinta de ver cine, más directa y sin filtros, ni voces de doblaje ya conocidas y familiares.

Decía Almodóvar en el tradicional encuentro de los nominados a Mejor Película Extranjera que las seis nominaciones de 'Parásitos' eran un éxito del cine con subtítulos. El manchego se refería así al cine hecho más allá de las fronteras estadounidenses, al cine alejado de los grandes estudios, a las películas gestadas en otras culturas, a las producciones independientes, a una forma de contar alternativa al lenguaje clásico. Hay muchas acepciones.

'Parasitos' sólo se proyectaba a su llegada a Estados Unidos en tres cines en versión original.

Un éxito del cine con subtítulos -siguiendo con la idea de Almodóvar - que ahora se ha convertido en mayúsculo e histórico con los cuatro Oscar conseguidos por la película del surcoreano Bong Joon Ho, incluido el de Mejor Película. Nunca antes en las 92 ediciones de los premios de la Academia de Hollywood una producción rodada en un idioma distinto al inglés había conseguido el gran tiburón blanco, el gran galardón.

En un año con una cosecha de cine de gran calidad, ni la trepidante '1917', todo un ejercicio magistral de estilo, ni ese homenaje tarantiniano al séptimo arte y a la televisión de 'Érase una vez en Hollywood', ni la desasosegante 'Joker' o el relato de gangsters mezclado con amistad crepuscular de 'El irlandés' han conseguido detener la carrera imparable que 'Parásitos' inició en Cannes, donde logró la Palma de Oro.

Podía haberse quedado ahí, en ser una película de festivales, que hace las delicias de la crítica y con la que uno puede darse algunas ínfulas de cuñado cinéfilo en las comidas familiares.

Pero el fenómeno ya estaba en marcha.

Esta fábula negra sobre clases sociales, arribistas, señoras de bien llenas de inseguridades, búnkers y familias succionadoras ha ido poco a poco convirtiéndose en LA película que hay que ver. Sólo un dato: 'Parasitos' sólo se proyectaba a su llegada a Estados Unidos en tres cines en versión original. Ahora ha acabado en más de mil, y subiendo tras los Oscar. Allí ha recaudado 34 millones de dólares por ahora y otros 164 millones en todo el mundo.

¿Cambiarán mucho los criterios de los académicos en los próximos Oscars?

¿Cambiarán mucho los criterios de los académicos en los próximos Oscars y las políticas de rentabilidad de los distribuidores y la obsesión por los taquillazos de muchos exhibidores con esta ¿sobredimensionada? película? Es bastante posible que no, al menos de forma radical, pero está claro que la brecha está abierta y 'Parásitos' y el cine con subtítulos ya es historia de los Oscar.

Una pena, todo hay que decirlo, que el “desmelene” y el bombazo no haya salpicado con algo de dorada metralla a 'Klaus', una película artesanal de gran calidad con un estupendo guión. Y española además (Y, sí, de esta casa, de Atresmedia). Ojalá nuestra industria animada siga dándonos alegrías.

De la previsible “derrota” de Almodóvar y Banderas -qué sonrisa más amarga lucía Penélope tras anunciar el Oscar de Mejor Película Extranjera- citaré al recién desaparecido José Luis Cuerda: “Todos somos contingentes pero ustedes para nuestro cine y para Hollywood son necesarios”.

Postdata: No tengo nada en contra del sector de actores de doblaje o del cine doblado. Todo mi cariño y mi respeto a uno de los gremios con más prestigio en nuestra industria del cine.

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