Era el 1 de octubre de 1982. Salía a la venta, en Japón, el primer reproductor comercial de discos compactos, el cd, un aparato que costaba unos 1.600 euros y que fue acompañado de la publicación de 50 títulos en CD de todo tipo de música. Desembarcó en el mercado de la mano de Sony y Phillips.
El mercado estaba entonces dominado por los LP's y cassettes, y la llegada del CD logró arrinconar al vinilo hasta convertirlo en material de coleccionista.
La alianza entre Phillips y Sony permitió que en el año 1982 se pusiera en marcha la primera línea de producción en masa de CD en una planta del centro de Japón.
Desde su invención, en 1982, hasta 2007, se han vendido en el mundo 200.000 millones de CD's.
Tras su enorme éxito, el CD cede ahora el paso a otros formatos.