El año pasado, la Fundación Francisco Franco denunció a Eugenio Merino por mostrar a Franco vestido de militar dentro de una nevera de Coca-Cola ya que, según la entidad, “se está ofendiendo gravemente al anterior jefe del Estado, al que se está caricaturizando, y convirtiendo en guiñol”.
El pasado 11 de julio, el juzgado de primera instancia número 26 de Madrid juzgó al artista acusado de “dañar el honor” del dictador por lo que la Fundación le reclama ahora 18.000 euros de indemnización.
La fiscalía, por su parte, no ha considerado que esta escultura dañe la dignidad de Franco por lo que ha pedido a la magistrada, Rocío Nieto, que desestime la demanda interpuesta por la Fundación Nacional Francisco Franco por la obra llamada por su autor 'Always Franco'.
La acusación, por el contrario, pide una indemnización de 18.000 euros y que el artista asuma la difusión de la sentencia si resultara ser favorable. Jaime Alonso, vicepresidente de la entidad que lleva el nombre del dictador, aseguró que esto “es solo la primera batalla” y que “si es necesario, llegaremos hasta el Tribunal Supremo, porque esto no se puede llamar libertad de expresión”.
Eugenio Merino ya manifestó el pasado año, cuando conoció la demanda interpuesta por la Fundación, que lo que quería era “reflejar cómo es España, cómo tenemos en la cabeza esa imagen, que es nuestro icono, y que está como congelada en nuestro cerebro”.