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DE LAS MÁS SOFISTICADAS A LAS MÁS ESTRAFALARIAS

Las carreras de Ascot, una competición de originales pamelas

Las tradicionales jornadas en el hipódromo, con las carreras de caballos más famosas del mundo, imponen un estricto código de vestimenta, aunque siempre parecen una excepción algunos sombreros. Discretos han sido, un año más, los de Isabel II y Camila Parker.

Todos los asistentes a las tradicionales carreras de Ascot deben lucir sombrero o tocado. Es una norma del hipódromo que, sin embargo, no entra a valorar el gusto de las invitadas. De hecho, la jet set británica hace lo que sea para llamar la atención, optando por pamelas voluminosas, coloristas o de sorprendentes materiales.

Entre las más discretas, aunque cumpliendo fielmente el protocolo, ha estado la reina Isabel II, recibida con vítores por el público al ver la carroza en la que aparecía la monarca británica. La Reina, de 87 años, acudió acompañada por el príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa, Camilla, y ocupó su asiento en el palco de autoridades, frente a la línea de meta del hipódromo de Ascot, al sur de Inglaterra.

El Royal Ascot es una cita anual de cinco días con relevancia tanto deportiva como social, en la que los sombreros y los trajes de los asistentes ocupan tanta atención como los ganadores de las carreras. El evento se disputa en unos terrenos propiedad de la familia real británica ubicados a pocos kilómetros del castillo de Windsor, un palacio medieval que sirve de residencia a la Corona.

Isabel II, que posee diversos caballos, mantiene desde hace décadas una estrecha relación con la carrera, y sus pura sangre se han proclamado ganadores en Ascot en 21 ocasiones. El año pasado, el caballo de la reina Estimate logró el trofeo Queen's Vase, con lo que cerró cuatro años de sequía para la cuadra de la soberana, que no se hacía con una victoria desde 2008, cuando lo logró el equino Free Agent.

Isabel II escribió unas palabras en el programa oficial del Royal Ascot: "El año pasado tuve la fortuna de poseer un caballo ganador, así que conozco la emoción que se siente al lograr el éxito en esta maravillosa carrera de caballos, ya sea por parte de un entrenador, de un yóquei o de uno de los trabajadores fijos asociados a cada corredor". "Me gustaría desear a todos aquellos que participan la mejor de las fortunas", añadió la Reina.

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