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LOS MILAGROS DE LA COSMÉTICA

Beneficios y peligros de un buen maquillaje

Dice el refrán que 'aunque la mona se vista de seda mona se queda' en referencia a que por mucho que se empeñe uno en cambiar al final acabará presentando la imagen que realmente tiene. Sin embargo, hay casos en los que una buena dosis de maquillaje puede obrar milagros.

Las imágenes hablan por sí mismas. Un bello rostro de mujer con rasgos asiáticos, largas pestañas, labios carnosos y pómulos angulosos. Hasta ahí todo está claro, la sorpresa viene cuando continuamos viendo el reportaje y observamos con asombro como el dulce rostro femenino se convierte en la cara de un hombre.

En este caso, el Photoshop no ha tenido nada que ver en las imágenes, una buena base de maquillaje, pestañas postizas, sombras de ojos infinitas y brillo labial han conseguido que el ojo engañe a la mente y lo que en realidad es un varón se presente a más de uno como la mujer de su sueños. Aunque una imagen vale más que mil palabras, en ocasiones debemos cerciorarnos de que no se trata de una ilusión óptica. Ver para creer, ¿o no?

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