Sus propios compañeros portan los féretros de Manuel y Niyireth. Vinieron desde su base, el regimiento de infantería Soria 9, en Fuerteventura. El Príncipe de Asturias presidió el acto, le acompañaban la ministra de defensa, el presidente del gobierno canario y autoridades locales. Juan del Río, arzobispo castrense, ofició esta misa funeral de poco más de una hora. Los nombres de los fallecidos calaron hondo entre los presentes.
Tras la misa el Príncipe Felipe impuso las condecoraciones sobre los ataúdes de los militares muertos el pasado domingo en Afganistán. Reciben la medalla al mérito militar con distintivo rojo, que se otorga a los fallecidos en acto de servicio en misiones en el exterior. Momento muy sentido también cuando entonaron el himno de infantería ligera a la que pertenecían el sargento Argudín y la soldado pineda. Concluía los honores con las salvas. La bandera plegadas y las distinciones se entregaron a sus familiares. Concluyó el acto con los acordes del himno nacional como despedida a estos militares que dieron su vida por la patria.
