La crisis acentuó los desahucios y las quejas sociales
La crisis del ébola en Canarias duró una semana, desde que el cooperante de Cruz Roja que había llegado desde Sierra Leona notificó sus síntomas, hasta que se confirmó que había dado negativo en las pruebas. Seguimos hablando de sanidad. Imágenes como éstas acapararon informativos. Enfermos hacinados en los pasillos de urgencias, hasta 19 horas para ser atendidos.También hemos sido el foco de atención en índices de pobreza. La necesidad se ceba con las islas. 600 mil personas, casi el 30 por ciento de los hogares canarios, viven en situación de exclusión social. Y los desahucios, casi a diario, acrecientan el problema. En Tenerife, una disputa vecinal dejaba a dos ancianos en una situación desesperada.
Es precisamente la necesidad la que lleva a algunas familias a tomar medidas desesperadas. En 2014 hemos conocido hasta dos casos diferentes de padres que deciden ocultar a sus hijos por el temor a que se los quiten. El hijo de este matrimonio pasó hasta 15 años oculto a la ley y sin pisar un colegio.
Las políticas educativas fueron el origen de una manifestación aprovechando una visita del Ministro de Educación, que terminó con duros enfrentamientos con la policía.
Afortunadamente también hemos dado noticias más amables. Canarias recibía en 2014 visitas ilustres, como la de los aún Príncipes de Asturias, inaugurando el Palmetum de Santa Cruz de Tenerife o la del Primer Ministro Inglés, que se convirtió en una inigualable promoción turística.
Otra visita más queda para el recuerdo de muchos, la de la Virgen del Pino a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, 14 años después de la última vez que lo hizo.
