Javier Barbero la salida de las dependencias municipales

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NIEGAN QUE RESULTARA AGREDIDO

Los sindicatos de Policía de Madrid culpan del escrache al concejal de Seguridad por su "actitud desafiante"

Los sindicatos CSIF, CSIT y el Colectivo Profesional de Policía Municipal señalan que no van a "consentir" que el concejal Javier Barbero haga un "uso político" de la concentración con el objetivo de "desacreditarla", ni que el área de Seguridad abra una investigación para buscar "delitos inexistentes", lo que considerarían una "caza de brujas".

Los sindicatos de la Policía Municipal de Madrid han asegurado que la concentración que llevaron a cabo en torno a 200 agentes este martes discurrió "de forma pacífica" y "solo se elevó el tono" cuando el delegado de Seguridad, Javier Barbero, decidió atravesar la protesta, a su juicio, con "actitud desafiante". Así lo han indicado en un comunicado conjunto los sindicatos CSIF, CSIT y el Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM), en el que señalan que la concentración que tuvo lugar en la plaza de la Villa discurrió "en todo momento de forma pacífica y solo se elevó el tono de las protestas en el momento en el que Barbero decidió salir y atravesar la plaza en la que se encontraban en actitud desafiante hacia los agentes".

Los sindicatos sostienen que "en ningún momento" fue agredido el delegado de Seguridad o se impidió su libertad de movimientos. Los antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía presentes no se vieron en la "necesidad de intervenir" dado que en "ningún momento" consideraron que existiera un "riesgo" para el concejal, según el comunicado que emitió la Delegación de Gobierno.

Los sindicatos aseguran que la concentración tenía por objeto "reivindicar únicamente" aspectos laborales y "exigir el cumplimiento de los acuerdos firmados". Por ese motivo, advierten de que no van a "consentir" que Barbero haga un "uso político" de la concentración con el objetivo de "desacreditarla", ni que el área de Seguridad abra una investigación para buscar "delitos inexistentes", lo que considerarían una "caza de brujas o intentos de coacción" contra agentes que "ejercían sus derechos como trabajadores", concluye el comunicado.

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