Los alrededores del hotel Arts de Barcelona, donde se celebra la reunión del consejo de gobierno del BCE, presentan una situación de normalidad absoluta desde primeras horas de la mañana, con un amplio cordón de seguridad de la Policía Nacional formado por una veintena de furgonetas.
Los agentes se han apostado en las terrazas del hotel y hay varias patrullas de la Guardia Urbana de Barcelona que circulan por los alrededores controlando el tráfico, además de un helicóptero policial que sobrevuela la zona.
Como medida de seguridad, se ha anulado el servicio de bicicletas, Bicing, de la avenida Litoral con la calle Marina, el más cercano al hotel donde tiene lugar la reunión del BCE.
Para entrar en el establecimiento hotelero, que está rodeado de vallas y vigilado estrechamente por efectivos de la Policía Nacional, se ha de ser cliente del hotel o contar con una acreditación del BCE.
Se trata del mayor dispositivo de seguridad puesto en marcha en Barcelona desde los Juegos Olímpicos. En total son unos 8.000 los agentes que velan por la seguridad en la reunión del Banco Central Europeo, pues se han desplazado a Barcelona un total de 2.300 policías nacionales y 1.200 guardias civiles, que se añaden a los 4.500 Mossos d'Esquadra previstos.
Los agentes controlan la manifestación estudiantil por la subida de tasas universitarias
Además de garantizar la seguridad de la reunión del BCE, este amplio despliegue también ha controlado la manifestación convocada por los universitarios catalanes parta protestar por la subida de tasas. Un centenar de agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra han impedido este jueves el acceso de más de 300 jóvenes a la plaza Catalunya de Barcelona, que se dirigían a la facultad de la Universitat de Barcelona (UB) en el barrio del Raval.
Los agentes han cortado el paso de los jóvenes que han vuelto a manifestarse por las calles del centro de la ciudad, una vez disuelta la marcha de miles de estudiantes convocada por la Plataforma Unitaria en Defensa de la Universidad Pública (Pudup).
Los policías catalanes han rodeado a los jóvenes en el inicio y la cola de la protesta y, tras lograr establecer un diálogo con los manifestantes, han conseguido rectificar el recorrido de la marcha por la Gran Via, Balmes y plaza Universitat, el mismo que el de ida.
