Más de cien primates en el norte de Madrid

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PROCEDENTES DEL TRÁFICO ILEGAL O INCAUTACIONES

Un 'spa' para primates maltratados en el norte de Madrid

Se trata del Centro de Conservación de Primates Rainfer que está situado en la zona norte de la capital y que resguarda a 140 primates, que comparten un pasado marcado por el maltrato físico y psicológico.

Más de cien primates de veinticinco especies, procedentes del tráfico ilegal, de zoológicos, circos o incautaciones, habitan en un enclave de la zona norte de Madrid, considerado el último recinto de paz para monos cuya existencia ha estado marcada por un maltrato físico y psicológico.

Este santuario de primates, el más importante de España y el segundo de Europa, es el Centro de Conservación de Primates Rainfer y lo dirige el biólogo, Guillermo Bustelo, acostumbrado desde hace 20 años a lidiar con orangutanes y lemures cuyas pautas de conducta han sido pervertidas por años de cautiverio.

"Muchos de ellos, adquiridos de manera ilegal para ser utilizados como mascotas, llegan en un estado lamentable con taras psicológicas, deprimidos o con movimientos rutinarios, por lo que necesitan un periodo de rehabilitación y adaptación antes de integrarlos en el resto de los grupos sociales", ha explicado Bustelo.

Unos 140 primates entre chimpancés, lemures, gibones, orangutanes y capuchinos forman el bullicioso grupo de monos del recinto; su subvención depende de aportaciones privadas, aunque el Ministerio de Medio Ambiente y diferentes universidades contribuyen con pequeñas cantidades. Bustelo, que mantiene una estrecha amistad con la primatóloga y asidua visitante de Rainfer, Jane Goodall, ha criticado el uso de macacos en experimentación e investigación en laboratorios, por ser sometidos a unos "experimentos atroces", como abrasivos en la piel, el uso de electrodos o ingesta de detergentes que "no sirven para nada".

Al final de estos experimentos el animal muere con una gran agonía y sufrimiento, ya que según está comprobado que el nivel de sufrimiento está relacionado con el nivel de inteligencia y estos monos son muy listos, ha detallado. "Es un tema muy grave que suele pasar desapercibido para la opinión pública por el secretismo con el que trabajan los laboratorios". En cuanto a los grandes simios, Bustelo ha explicado que no son objetivo de estos estudios ya que tienen un tamaño "muy grande y son difíciles de manejar".

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