Claudia llega a casa de su madre después de pasar unos años viviendo con su padre. El día de su 16 cumpleaños su abuela le regala una caperuza roja y desde ese día no se la quiso quitar. Pero inevitablemente la niña se hacía mayor y, aunque en la ciudad hay muchos peligros, uno muy claro ronda a las niñas que quieren crecer más rápido de la cuenta y, desobedeciendo a su madre, se meten en la boca del lobo.Después de dos asesinatos cercanos, Claudia empieza a sentir cómo el peligro está cerca. Parece que alguien de su entorno está detrás de esos terribles crímenes. El novio de su madre, un policía encargado del caso, le mira de forma muy rara y le espía entre las ramas… Su compañero de instituto, es un lobo solitario que le gusta jugar con la muerte y adentrarse en el bosque con intenciones desconocidas… Cerca de casa de la abuelita un vecino siniestro ronda a las nietas que, como ella, vienen a cuidar de la anciana… y la anciana… la anciana tiene unas ganas terribles de vivir.