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Crimen de almonaster
“La Policía y la Guardia Civil nunca deja un caso sin resolver”
Comienza el juicio por el crimen de Almonaster y tenemos datos en exclusiva. Genaro Ramallo está acusado de matar a su pareja, y a su hijo, hace 21 años.
La Policía nunca dejó de buscar a María del Carmen Espejo y a su hijo. Aparecieron finalmente gracias a la utilización del georradar. Estaban sepultados bajo dos metros de piedras. Hoy nos acompaña Luis Avial, el técnico del georradar, para contarnos los detalles de esa investigación.
Enterrados, ocultos en esta finca en plena sierra de Huelva. Así permanecieron sepultados durante 18 años los cadáveres de Mari Carmen y su hijo Antonio. En una zona de difícil acceso a la que sólo se puede llegar a pie. El propietario de la finca, este hombre, Genaro Ramallo, un profesor de matemáticas, boliviano, de 52 años, y lo más importante, pareja y padre de las víctimas. El presunto asesino acusado de decapitar a su familia y luego enterrarla. Un hombre que ha logrado mantener durante casi dos décadas su coartada, a pesar de que jamás denunció la desaparición de su mujer. Sostuvo siempre ante la policía y sus vecinos que ella le abandonó por otro hombre. Algo que nunca convenció a los agentes. Era Genaro el que tenía una doble vida. Y así lo confiesa él mismo en esta carta escrita de su puño y letra. Una carta que mandó tres días antes de ser detenido en Toulouse, donde marchó curiosamente nada más retomarse la búsqueda de Mari Carmen y el pequeño Antonio. En esta misiva Genaro Ramallo insiste no tener nada que ver con el crimen, pero sí confiesa ser un marido infiel
Genaro explica en una carta barroca y rebuscada donde no cuenta por qué supuestamente habría asesinado a su familia suministrándoles sedantes suficientes para anular sus posibilidades de defensa, decapitándolos y ocultando sus cuerpos junto el resto de pruebas. Estas son las graves acusaciones de la fiscalía por las que ahora tendrá que enfrentarse y responder ante el juez.
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