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'Pecado original', los motivos por los que la audiencia ha caído en la tentación

Hace poco más de un mes que descubrimos 'Pecado original' y ya podemos asegurar, sin miedo a equivocarnos, que somos muchos los que hemos caído en la tentación de verla cada tarde en Antena 3.

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'Pecado original' llegó con el importante reto de suceder a 'Tierra amarga', la serie que provocó todo un fenómeno de audiencias. Ahora, cinco semanas después, queda claro que esta serie no tiene nada que envidiar a su antecesora. Ni en audiencias. Ni en tramas interesantes. Ni en personajes fascinantes.

Duelo de divas

Uno de los grandes atractivos de esta serie es la encarnizada lucha que mantienen Ender y Yildiz. Si 'Pecado original' fuese una telenovela convencional y tradicional, diríamos que son dos mujeres peleando por el amor del galán del turno. Pero no estamos ante una telenovela y la mayor prueba de ello es que las protagonistas femeninas no se disputan el corazón de su homólogo masculino, sino que pelean por su tarjeta de crédito y su estatus social.

Porque a estas alturas ya tenemos bastante claro que ninguna de las dos está enamorada de Halit. Es más, hasta podríamos asegurar que es más importante el orgullo herido que la rentabilidad.

El pecado de la soberbia ha venido a sustituir al de la avaricia. Ni Ender ni Yildiz quieren dar un paso atrás. Ni Ender ni Yildiz quieren abandonar la mansión. Ni Ender ni Yilidz quieren renunciar al apellido Argun. Ni Ender ni Yildiz quieren soltar el brazo de Halit.

Y sus continuas trifulcas son fascinantes porque nunca sabemos cómo va el marcador realmente. Nunca sabemos quién gana y quién cede terreno.

Ender tiene la ventaja de la veteranía y la experiencia. Al hecho de que sabe qué terreno pisa, se suma que es una experta en manipular las circunstancias a su favor y en aprovechar cualquier oportunidad que se le presente. Quiere ganar y no le importa apostarlo todo en cada jugada.

¿Hasta cuándo podrá recurrir al papel de madre abnegada? ¿Hasta dónde podrá estirar la cuerda de la tolerancia de Halit? ¿Cuándo tendrá suficiente? ¿Cuándo saque a Yildiz de la mansión o cuando recupere ella su trono de reina de la casa?

En cuanto a Yildiz, está pagando el precio de la juventud. Ha demostrado ser muy hábil porque, de hecho, ya es la señora Argun, pero le falta templanza y le sobra impulsividad. Explota a la más mínima ocasión y Ender sabe manejar la dinamita y, sobre todo, sabe que Halit odia los escándalos, los espectáculos y los reproches.

¿Podrá Yildiz resistir el acoso y derribo de Ender? ¿Será capaz de consolidar su puesto como esposa de Halit? ¿Habrá sido su matrimonio un espejismo?

Halit, el deseado

Y en medio de ese partido de tenis viendo pasar la pelota de un lado a otro de la red, está el trofeo que se disputan ambas mujeres: Halit Argun.

Reaccionó rápido a las maniobras de Ender para rentabilizar su divorcio y echarla de su casa y de su vida. También fue rápido en convertir a Yildiz en una nueva señora Argun.

Pero parece que su determinación llegaba hasta ahí. Ahora mismo parece situado en una atalaya desde la que contempla el campo de batalla. Es cierto que lanza miradas amenazantes y algún comentario de contención a Ender, pero está muy lejos de ser el Halit contundente de los primeros tiempos.

¿Por qué contemporiza tanto la situación? ¿De verdad es por su hijo o es su ego de macho alfa el que disfruta con esa tensión?

No dudamos del cariño por sus hijos pero no deja de resultar sorprendente que por Erin sea capaz de recibir en su casa a la mujer que lo engañó con otro mientras que a Zhera no le pase por alto ni media equivocación.

Es cierto que su primogénita arrastra una buena cantidad de traumas y problemas, pero ¿por qué para un hijo todo son consideraciones y para la otra todo son reproches?

Ni contigo ni sin ti

Y mientras el triángulo Argun parece estar a punto de estallar por los aires, otra pareja también capta nuestro interés, pero, en este caso, es más una guerra fría que un enfrentamiento frontal.

En este caso todos estamos de acuerdo en que hay amor. Alihan quiere a Zeynep y Zeynep quiere a Alihan. Además, eran felices juntos. Tenían un prometedor futuro juntos porque en su caso la disparidad de caracteres más que hacia la incompatibilidad los llevaba hacia la complementariedad.

Pero surgió un obstáculo. Y no fue la diferencia de clase que tanto le gusta enfatizar a Lal. Ni fue la conveniencia o no de mezclar lo personal y lo profesional. El problema fue que el sólido, hérculeo, firme Alihan tiene miedo. ¿A qué? A la traición, al engaño, al abandono. Y su pavor es tan real que lo lleva a vivir episodios de auténtica angustia.

En este tiempo hemos descubierto que mientras que Zeynep es absolutamente transparente y todos querríamos tener una amiga o una compañera de trabajo como ella, Alihan es una incógnita. Aunque, también es verdad, que poco a poco hemos ido descubriendo que detrás de su cobertura de arrogancia, soberbia, engreimiento y prepotencia se ocultan otras capas de ternura, dulzura, detallismo, romanticismo, etc. Y, sobre todo, ahora sabemos que Alihan es un hombre herido.

Alihan le rompió el corazón a Zeynep, pero no está claro si lo hizo por egoísmo (para no sufrir) o por altruismo (para no lastimarla más si su relación se prolongaba en el tiempo). Sea como fuere, Alihan la echó de su vida con el corazón hecho pedazos y ahora hay un voluntario a recomponerlos.

Cem está más que dispuesto a colaborar en la tarea de hacer feliz a Zeynep y ella, al menos, ya le ha dado una oportunidad para pasar página profesional. La sentimental es mucho más complicada por varias razones.

La primera porque Zeynep quiere odiar a Alihan, pero ella no sabe odiar. La segunda porque, aunque lo niegue, sigue preocupándose por él. La tercera porque él aún no ha dicho su última palabra.

¿Superará Alihan su miedo y se dará la oportunidad de ser feliz? ¿Llegará a tiempo al corazón de Zeynep? ¿Perdonará ella? ¿Hay esperanza para esa pareja o es ya demasiado tarde?

Leales escuderos

Estos cinco personajes son claves en el desarrollo de 'Pecado original', pero no podemos obviar que a su alrededor giran otras personalidades que también captan nuestra atención.

De los herederos Argun, Zhera tiene un don para tomar pésimas decisiones. Si su adicción al alcohol ya era preocupante, su matrimonio exprés puede ser todo un cataclismo para su familia y para ella porque, evidentemente, no tiene ni idea de con quién se ha casado.

Erim vive en su particular burbuja de sobreprotección donde sus deseos son inmediatamente cumplidos. ¿Qué pasará cuando descubra el mundo real? ¿Cómo gestionará que alguien le diga no algún día? ¿Cómo aprenderá a gestionar la frustración?

Leila es el espíritu libre de la familia. No tiene ni las carencias afectivas de su hermana mayor ni la dependencia emocional de su hermano pequeño. Eso sí, bastante tiene con lidiar con los nada disimulados intentos de su madre de recuperar la condición de señora Argun.

En cuanto a los leales escuderos, Caner solo aspira a que el exceso de confianza y seguridad de su hermana no los lleve de nuevo a la bancarrota y al limbo social. Y Hakan tiene ante sí la ardua tarea de hacer ver a su mejor amigo que, en la vida, al igual que en los negocios, quien no arriesga no gana.

Hace poco más de un mes que todos estos personajes entraron en nuestras casas y ha sido tiempo suficiente para formen ya parte de nuestra vida cotidiana. Gracias a ellos y a sus alegrías y tristezas, sus amores y sus odios, sus buenas y sus malas decisiones, cada tarde caemos en la tentación de ver 'Pecado original'.

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