CON GORRA Y MASCARILLA
Tom Hanks, pillado de incógnito en el metro mientras se mimetiza como un mortal más
No parece que alguien como Tom Hanks tenga limitaciones económicas para moverse en su propio vehículo. Aún así, el actor ha decidido subirse al metro con el resto de los mortales y las fotos no han tardado en circular por internet.

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Tom Hanks lleva más de 40 años conquistando a los fans. No importa si se pone en la piel de un adolescente en cuerpo de adulto, de un hombre capaz de correr y correr sin cansarse o si da voz al cowboy más famoso de Pixar: Este actor se ha ganado el corazón de todos a lo largo de un carrera impecable.
Por eso, cuando medios especializados afirman que la fortuna del eterno Forrest Gump asciende a un patrimonio de 400 millones de dólares, muy pocos se sorprenden. Lo que sí es una sorpresa es que, con esa fortuna, el intérprete opte por moverse por Nueva York en metro.

Cualquiera pensaría que, si Tom quiere recorrer Manhattan, montarse en su vehículo de lujo con chófer incluido sería su primera opción. Pero no. En su defecto, parece preferir rodearse del resto de los habitantes de la ciudad y subirse al metro como cualquier otro mortal.
Así lo ha demostrado, apareciendo en la línea 6 y, a sus 69 años, sin utilizar ninguno de los asientos. Ahora bien, probablemente para evitar que el vagón entero perdiera la cabeza, el look escogido logra esconder buena parte de su rostro.
La gorra de los NY Yankees, las gafas y la mascarilla hacen que no todo el mundo lo pueda reconocer en el acto. Aunque hay miradas inconfundibles y el protagonista de Philadelphia fue fotografiado por una de las personas allí presentes. Porque, por mucho que coger el metro sea algo de lo más rutinario, encontrarse con el mismísimo Tom Hanks a escasos metros (o centímetros) de distancia es de todo menos habitual.
No es la única estrella de Hollywood que opta por el transporte público en sus desplazamientos. A Harrison Ford también se le ha visto en los vagones de Nueva York; mientras que Keanu Reeves lo hace con total normalidad.
Sea como sea, siempre es bonito ver a las grandes figuras del cine en su cotidianidad. Porque, a la hora de la verdad, subirse al metro para moverse por una ciudad altamente concurrida como Manhattan tiende a ser la opción más cómoda. Incluso mejor que un jet privado.
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