RELACIONES PERSONALES
Ser buena persona no basta: 7 señales de que podrías estar dañando tus relaciones
La psicóloga Silvia Congost, experta en dependencia emocional y relaciones tóxicas, explica cómo algunas actitudes bienintencionadas pueden afectar negativamente nuestras relaciones y cómo detectarlas a tiempo.

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A veces creemos que ser buena persona basta para mantener relaciones sanas y estables. Sin embargo, tener principios sólidos, ser empático y actuar con buenas intenciones no siempre evita los conflictos ni la distancia emocional con los demás. Según la psicóloga Silvia Congost, especialista en dependencia emocional, autoestima y relaciones tóxicas, incluso las personas más nobles pueden dañar sus vínculos sin darse cuenta.
El problema no siempre está en lo que hacemos por los demás, sino en lo que no vemos en nosotros mismos. Aquí te contamos 7 señales imperceptibles de que, aunque seas buena persona, algunas actitudes podrían estar afectando tu vínculo con amistades o con la pareja.
1. Priorizar siempre tus necesidades
Tomar decisiones sin consultar o invalidar los sentimientos de otros con la excusa de "saber qué es lo mejor" puede desequilibrar cualquier vínculo. Cuidarse a uno mismo es saludable, pero anteponer constantemente tus deseos sin consensuar puede generar resentimiento y conflictos.
2. Evitar los conflictos
Callar lo que te molesta para no generar tensión puede parecer una actitud pacífica, pero en realidad crea distancia. Silvia Congost recuerda que enfrentar los problemas con honestidad es clave para crecer juntos y fortalecer la relación.

3. Exigir demasiado sin dar apoyo
Pedir comprensión y atención está bien, pero si no estás disponible para dar soporte cuando otros lo necesitan, la relación se desgasta. La reciprocidad es fundamental: exigir sin ofrecer apoyo suficiente puede crear desequilibrio emocional.
4. Confiar solo en la buena intención
Creer que la intención por sí sola soluciona todo es un error. La comunicación, el respeto y los límites claros son esenciales. Una buena intención sin acciones concretas puede convertirse en un patrón que daña la relación.
5. No asumir responsabilidades
Justificarse constantemente o culpar a otros deteriora la confianza. La responsabilidad emocional implica reconocer tus errores y reacciones, y aceptar tu parte de la responsabilidad en los conflictos.
6. Ocultar emociones y vulnerabilidad
Esconder lo que sientes para no parecer débil impide que la otra persona entienda tus motivos y necesidades. Mostrar vulnerabilidad no es un signo de debilidad, sino una vía para construir confianza y conexión real.

7. Intentar cambiar al otro
Querer moldear a los demás para que se adapten a ti puede ser destructivo. Las relaciones saludables se basan en aceptación mutua, no en corregir al otro.
En definitiva, ser buena persona no garantiza que tus relaciones serán perfectas. Lo importante, según Silvia Congost, es reconocer estas señales, asumir la responsabilidad emocional y trabajar en mejorar los vínculos sin juzgarse.
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