MÁS QUE PLANCHAR
Trabajar como laundress en Suiza: el arte de lavar y organizar prendas de lujo
La figura de la laundress, encargada de cuidar y organizar prendas de lujo, se ha convertido en un rol clave en los hogares más exclusivos de Suiza, donde el detalle y la precisión se valoran por encima de todo.

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Algo que tenemos muy claro es que en esta vida hay oficios para todo y para todos: probadores de camas, testers de olores, paseadores de perros… y también personas dedicadas a lavar y planchar prendas. Y no, no nos referimos a ser empleado de una lavandería.
Ser una laundress no tiene mucho misterio; de hecho, es un trabajo que cualquiera podría ejercer, aunque sí requiere experiencia previa y conocimientos específicos que no cualquiera posee. Porque, aunque parezca solo lavar y planchar, este trabajo va mucho más allá.

¿A qué se dedica una laundress?
Sencillamente, una laundress (en español, lavandera) es aquella persona que "lava, mantiene y organiza las prendas de lujo", explica la usuaria de Instagram @noeliastgeorge.
Como aclara la creadora de contenido a través de sus redes, no es un trabajo común ni vital, pero sí tiene mucha presencia en los hogares más adinerados de Suiza. No es casualidad: se trata de uno de los países con un coste de vida más alto. Para que te hagas una idea, vivir allí es casi el doble de caro que en España: su índice de precios llega a 174,4 puntos, mientras que en nuestro país se queda en 90,9, según datos de Eurostat.
Para aquellas familias suizas con Ultra Alto Poder Adquisitivo (UHNWI) es solo un pequeño gasto más o, mejor dicho, un capricho. Y, aunque la usuaria afirma que no obtiene un sueldo de médico o de ingeniero, sí se gana más que como encargada de la limpieza en ese país.
Día a día en la vida de una laundress
En su día a día, la laundress tiene dos tareas principales. La primera, que la ropa siempre esté impoluta, como si estuviera "recién salida de una boutique de lujo". Y, la segunda, organizar los armarios para que el caos no se apodere de ellos y cada persona pueda encontrar siempre lo que busca de forma fácil y cómoda.
Pero, como bien dice Noelia, “no es solo lavar y planchar”. Para que realmente este trabajo se considere bien hecho, hay varios aspectos a tener en cuenta:
- Conocer todos los tejidos y sus cuidados. Desde los más básicos hasta los más delicados, "cada tela tiene su ciencia", algo aplicable a todos los aspectos: cómo lavarla, qué productos usar y cómo guardarla en el armario.
- Dominar la lavandería. Ninguna lavadora, mancha o plancha se te puede resistir. Incluso hay que saber cuándo algo debe ser llevado a la tintorería.
- Disfrutar del planchado. Te gusta planchar y no solo eso, ¡lo disfrutas y se te da de cine! Además, es importante conocer todas las técnicas, seguir el patrón de la prenda y saber cuándo usar vapor y cuándo no.
- Organización del armario. No solo se trata de orden: hay que ser un as con los cambios de armario e incluso hacer de sastre y saber hacer arreglos menores.

Un oficio que combina detalle y pasión
Dicho esto, estamos totalmente de acuerdo con Noelia: "si lo disfrutas de verdad, la ropa y los armarios parecen otros". Este tipo de oficio demuestra que no todo el lujo se encuentra en lo material: también existe en la dedicación, la precisión y la pasión por hacer bien las cosas.
En un mundo donde la exclusividad y el cuidado del detalle cada vez tienen más peso, la laundress se ha convertido en un ejemplo de cómo un trabajo aparentemente sencillo puede transformarse en casi un estilo de vida.
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