MARCADOR DE ATOPÍA
¿Qué es el pliegue de Dennie-Morgan? La arruga que puede alertar sobre alergias en tu bebé
¿Te has fijado alguna vez en las líneas debajo de los ojos de tu bebé? Pueden ser más que simples arrugas, podrían revelar alergias desde la infancia.

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Cuando los padres de bebés miran atentamente esos ojitos llenos de curiosidad, es posible que se fijen en un detalle sutil, un pliegue o arruga justo debajo del párpado inferior. Normalmente, los padres suelen confundirse con simples ojeras, pero no lo son. Se trata de los conocidos pliegues de Dennie-Morgan, también llamados líneas de Dennie-Morgan o pliegues infraorbitarios. Aunque pasan desapercibidos para muchos, dermatólogos y alergólogos los consideran un signo revelador. Estos pliegues pueden aparecer en la etapa lactante, a menudo desde los primeros meses de vida y, en algunos casos, perdurar toda la vida.
La pediatra Laura Álvarez, conocida en Instagram como @lapediatralaura, con más de 400.000 seguidores, lo explica de forma sencilla en uno de sus vídeos: "Los pliegues de Dennie-Morgan son un marcador de atopia, es decir, de enfermedades alérgicas como la dermatitis atópica, la rinitis alérgica, el asma o incluso las alergias alimentarias".
Un pequeño pliegue con un gran significado
Estos pliegues no son una enfermedad en sí, sino un signo clínico. Sirven como pista de que el niño puede tener predisposición a desarrollar alguna de las llamadas enfermedades atópicas. Detectarlos de manera temprana puede marcar la diferencia, ya que permite un abordaje preventivo, reduciendo la intensidad de los síntomas y mejorando la calidad de vida del pequeño.
Aunque no todos los niños con pliegues sufrirán alergias, y no todos los alérgicos los presentan, la medicina los considera un criterio menor dentro del diagnóstico de la dermatitis atópica. Para los especialistas, es como una alarma temprana que invita a observar con más detalle el historial del paciente.

Qué deben saber los padres
Si eres madre o padre y notas que tu bebé tiene estas arruguitas bajo los ojos, no hay motivo para alarmarse de inmediato. Muchas veces son simplemente un rasgo físico. Sin embargo, si se acompañan de piel seca, eccemas, picor, mocos persistentes o tos nocturna, conviene consultar con el pediatra.
Los especialistas podrán valorar la presencia de los pliegues junto a otros síntomas y, de ser necesario, recomendar estudios adicionales o derivar al alergólogo o dermatólogo pediátrico. Además, los pediatras recuerdan que la observación de pequeños detalles como este ayuda a los padres a participar activamente en la salud de sus hijos, convirtiéndose en la primera línea de detección.
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