ACTITUD
¿Cómo son las personas que transmiten energía positiva?
A todos nos ha pasado alguna vez: Tenemos una persona en nuestro entorno con la que estamos tan bien que queremos pasar más tiempo con ella. ¿Qué tienen esas personas exactamente? ¿Qué es la energía positiva? Te lo contamos en este artículo.

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¿Alguna vez has estado con alguien que, sin hacer nada extraordinario, te hace sentir bien? Las personas que transmiten energía positiva no son necesariamente las más extrovertidas ni las que siempre están sonriendo.
Su secreto radica en cómo se relacionan consigo mismas y con los demás. Al vivir desde una actitud respetuosa, optimista y serena, no solo generan bienestar en quienes las rodean (ayudando a reducir el estrés, elevar el ánimo o incluso inspirar cambios positivos), sino que también se benefician ellas mismas: experimentan relaciones más sanas, mayor equilibrio emocional y una mayor conexión con su propósito vital.
Es un tipo de energía que se contagia, y que, cuando se cultiva, mejora la calidad de vida de todos los implicados.

Características de las personas con energía positiva
A continuación, se describen algunas de las características más relevantes que se pueden destacar de las personas que transmiten energía positiva:
1. Son auténticas: no fingen ser quienes no son
Si están tristes, lo expresan; si están felices, lo comparten. Esta sinceridad genera confianza y cercanía. Por ejemplo: llegar a una quedada con amigas y, en lugar de ocultar un bajo estado de ánimo, decir: "Hoy me siento un poco apagada, he dormido mal… pero me apetecía venir y despejarme con vosotras". Esa frase simple muestra vulnerabilidad y honestidad, y permite que los demás se acerquen sin presiones.
2. Practican la gratitud
Agradecen desde un gesto amable hasta un día soleado. Este hábito les permite enfocarse en lo positivo y compartir esa perspectiva con los demás. Por ejemplo: al salir de una cafetería, detenerse un segundo para decirle al camarero: "Gracias por el café, estaba justo como me gusta". No cuesta nada, pero ese detalle positivo transforma el momento tanto para quien lo dice como para quien lo recibe.
3. Tienen una actitud proactiva
Ante los problemas, buscan soluciones en lugar de quedarse en la queja. Por ejemplo: si hay un malentendido con una compañera de trabajo, proponer hablarlo con calma para aclarar el tema y evitar tensiones innecesarias. O bien, si algo no sale como se esperaba en un proyecto, decir: "¿Qué podemos hacer para que esto funcione mejor la próxima vez?", en lugar de buscar culpables.

3. Escuchan de verdad
Prestan atención sin interrumpir, validando las emociones del otro. Esto hace que las personas se sientan comprendidas y valoradas. Por ejemplo: cuando una amiga comparte una preocupación, dejar el móvil a un lado, mantener el contacto visual y responder con un: "Te entiendo… eso debe de estar siendo muy difícil". O asentir en silencio mientras el otro se desahoga, sin precipitarse con consejos.
4. Cuidan su diálogo interno
Se hablan con respeto y comprensión, lo que se refleja en cómo tratan a los demás. Por ejemplo, si cometen un error, se dicen: "Todos nos equivocamos, aprenderé de esto". Por ejemplo: después de cometer un error en público, pensar: "Me he equivocado, pero es parte del aprendizaje. A todos nos pasa". O mirarse al espejo un día difícil y decirse: "Hoy no estoy en mi mejor versión, pero sigo aquí, haciendo lo mejor que puedo".5.
5. Evitan el drama innecesario
No alimentan rumores ni conflictos. Prefieren resolver las situaciones con calma y evitar malentendidos. Por ejemplo: cuando escuchan un comentario negativo sobre otra persona, optar por no participar y decir: "Prefiero no opinar sin saber bien lo que ha pasado". O, ante una discusión tensa, hacer una pausa y proponer: "Mejor lo hablamos cuando estemos más tranquilos".
6. Tienen sentido del humor
Saben reírse de sí mismas y encontrar el lado amable de las situaciones, lo que aligera el ambiente y contagia alegría. Por ejemplo: tropezar en la calle y decir en voz alta: "¡Qué estilazo el mío para caer con elegancia!". O equivocarse durante una presentación y bromear: "Está claro que mi cerebro aún no ha hecho café esta mañana".
7. Te hacen sentir importante
Recuerdan detalles que les compartiste y se interesan genuinamente por ti, lo que te hace sentir visto y valorado. Por ejemplo: varios días después de una conversación, escribir un mensaje preguntando cómo fue esa entrevista o ese evento importante. O comentar espontáneamente: "Me acordé de ti cuando vi este libro, porque justo hablábamos del tema la semana pasada".

¿Transmitir energía positiva es lo mismo que ser complaciente?
Llegados a este punto, cabe preguntarse si es lo mismo transmitir energía positiva que ser complaciente. La respuesta es no. Transmitir energía positiva no significa decir que sí a todo ni evitar los conflictos a toda costa. La diferencia radica en la intención y en cómo se manejan las situaciones:
- Ser positivo es actuar desde el respeto y la autenticidad, buscando el bienestar propio y ajeno.
- Ser complaciente es actuar desde el miedo al rechazo o al conflicto, priorizando las necesidades de los demás por encima de las propias.
Una persona con energía positiva sabe establecer límites y decir no cuando es necesario, pero lo hace de manera asertiva y respetuosa.
¿Cómo cultivar una energía positiva?
Para desarrollar una forma de ser que genere energía positiva, se realizan las siguientes recomendaciones:
- Practica la gratitud: cada día, identifica al menos una cosa por la que estés agradecido.
- Cuida tu diálogo interno: habla contigo mismo con amabilidad y comprensión.
- Rodéate de personas que te inspiren: busca relaciones que te nutran y te impulsen a crecer.
- Establece límites saludables: aprende a decir "no" cuando algo no resuena contigo.
- Encuentra momentos para el humor: ríe, incluso de ti mismo, y busca el lado amable de las situaciones.
Cultivar una energía positiva es un proceso continuo que comienza con la relación que tienes contigo mismo. Al cuidar tu bienestar emocional, naturalmente influirás positivamente en quienes te rodean.
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