VIRUS MUY COMÚN
¿Comer chocolate y frutos secos empeora el herpes labial?
Las personas que tienen el virus del herpes saben que, cada cierto tiempo, se activa y produce quemazón y picor en la zona. Hay alimentos que empeoran el estado del herpes y, otros, que lo mejoran. Descubre cuáles son en cada caso.

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Si padeces del virus del herpes o alguien cercano a ti tiene herpes, este artículo te interesa mucho porque existen alimentos que pueden hacerlo empeorar y, otros, que tienen el poder de minimizarlo.
La doctora Agustina Benedetti, que divulga sobre ginecología en Instagram, ha explicado en esta red social la curiosa relación que existe entre el herpes y el chocolate o los frutos secos.
El chocolate, y también los frutos secos, se componen de un aminoácido que es la arginina, que es precisamente lo que usa el herpes para poder multiplicarse. Por ese motivo, es recomendable dejar de comer alimentos con arginina, en los momentos en los que tengamos el virus del herpes activo.
¿Hay alimentos que disminuyen el herpes?
Aunque curar el herpes no es algo directo y rápido, la doctora explica que a través de ciertos alimentos podemos ayudar a minimizarlo. Concretamente, se recomienda comer alimentos ricos en licina, que es un aminoácido esencial que frena la respiración del virus.
La licina se encuentra en el huevo, el pescado, el yogur y en alimentos ricos en vitamina C y en vitamina E.
¿Qué factores favorecen la aparición del herpes?
El herpes es un virus multifactorial que se activa por muchos motivos relacionados con nuestro estilo de vida. Es decir, que la alimentación no es un factor determinante, aunque sí influyente.
Otros factores como el estrés, la exposición al sol, los cambios bruscos de temperatura o los cambios hormonales tienen mucho que ver con el herpes.
Cómo ayudar a minimizar el herpes
En su publicación, la doctora Benedetti ofrece algunas recomendaciones para evitar el crecimiento del herpes y las recaídas.
- Mantener el sistema inmunológico fuerte.
- Dieta equilibrada: asegúrate de consumir alimentos ricos en vitaminas (C y E), minerales como el zinc y aminoácidos como la lisina, que pueden ayudar a reducir la frecuencia de los brotes.
- Ejercicio regular: está más que demostrado que ayuda a mejorar la salud general y a mantener el estrés bajo control.
- Descanso adecuado: la falta de sueño puede debilitar tu sistema inmunológico, lo que te hace más vulnerable a los brotes.
- Controlar el estrés: practicar meditación, yoga, mindfulness, etc. pueden ser herramientas muy beneficiosas.
- Revisiones médicas: debemos seguir las pautas indicadas por nuestro médico y no olvidar las revisiones o controles necesarios según la edad.
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