DIURNA O NOCTURNA
Entrena como duermes: cómo adaptar tu entrenamiento según tu cronotipo
El cronotipo es el ritmo interno de nuestro organismo, es decir, la tendencia natural de nuestro cuerpo a estar más o menos activos en determinados momentos del día. Como no podría ser de otra forma, esto influye también en la hora de irte a dormir y hay que tenerlo en cuenta para los entrenamientos.

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¿Existe un horario en el día en que te encuentras mejor para entrenar? Es completamente normal y esto es debido a nuestro cronotipo, algo que debemos conocer muy bien para adaptar nuestros entrenamientos a nuestro descanso.
Existen tres tipos de cronotipo:
- Cronotipo matutino: lo tienen aquellas personas a las que les gusta irse a dormir pronto para despertarse pronto. Se mantienen más activas en las primeras horas del día.
- Cronotipo vespertino: en este grupo se encuentran quienes rinden mejor por la noche y, por lo tanto, necesitan irse a la cama más tarde y aprovechar parte de la mañana para dormir.
- Cronotipo intermedio: es propio de quienes eligen irse a dormir a una hora intermedia. Reparten su energía entre la mañana y la tarde.
Por lo tanto, el refrán "A quien madruga, Dios le ayuda" es adecuado para ti solo si tu cronotipo es matutino. Si fuera vespertino, lo que te ayudará es adaptar tu vida a un horario más tardío.

Cómo entrenat si eres de cronotipo matutino
El supuesto día perfecto que todos deberíamos llevar implica despertarse pronto para hacer ejercicio y tener el resto del día disponible para el trabajo, las responsabilidades y el ocio. Conseguirlo es aplaudido por todos, pero en realidad solo es adecuado si tu cronotipo es matutino.
Con este cronotipo se libera la melatonina sobre las 12 de la noche, por lo que en la mañana es cuando estarás más activo y sentirás más energía.
El trabajo o estudio en turno de tarde sería una opción razonable, porque dispondrías así de mejores horas para mejorar tu salud. En cambio, si tus obligaciones son desde por la mañana, como es habitual, la opción de una persona con estas características sería madrugar para entrenar.
En el caso de que dispongas de poco tiempo a primera hora, aprovecha ese rato para entrenar más intenso. Ten en cuenta que a mediodía y por la tarde te encontrarás más cansada, y probablemente tendrás menos ganas para ejercitarte, lo que podría derivar en que el entrenamiento sea demasiado suave. Probablemente, las horas de la mañana para hacer el ejercicio físico te reportarán mejores resultados.

Cómo entrenar con cronotipo vespertino
¿Cuántas veces has intentado madrugar para hacer ejercicio y has sido incapaz? O peor aún, has madrugado, has entrenado, pero sientes que estás tan cansado que no aprovechas el entrenamiento. Efectivamente, si tu cronotipo es vespertino, son sensaciones completamente normales.
No te tortures por ver que hay personas capaces de estar arriba a las 5 o 6 de la mañana para ejercitarse. Cada uno tenemos nuestro ritmo, y en este tipo de persona es mejor entrenar por las tardes.
En realidad, este tipo de cronotipo es mucho más ajustable a las obligaciones laborales, porque la mayor parte de la gente dispone de tiempo libre a partir de las 18 h o las 19 h.
Es importante, en todo caso, tener en cuenta que esto no te da vía libre para entrenar a las tantas de la noche. El ejercicio físico sube la frecuencia cardíaca y estimula el organismo, más aún si el entrenamiento se realiza con una intensidad más alta. Por lo tanto, aunque estés acostumbrado a irte a dormir entrada la madrugada, te va a costar conciliar el sueño por culpa de un ejercicio demasiado tardío.
Cómo entrenar olvidando el cronotipo
Por desgracia, la mayor parte de las veces es imposible ajustar las obligaciones a los horarios que mejor nos vienen.
No nos queda más remedio que limitarnos a aprovechar el tiempo del que disponemos. Somos capaces de entrenar fuera de nuestro cronotipo sin ningún problema. Puede que la intensidad no vaya a llegar a ser tan buena como si eligiésemos las franjas en que estamos más activos, pero el entrenamiento adecuado consigue que sigamos mejorando y alcanzando nuestros objetivos.
Además, no todos los días trabajamos. Podemos aprovechar los fines de semana y los días libres para elegir los horarios en que mejor nos encontramos, ya sea por la mañana o por la tarde. Así, nos aseguramos de tener uno o dos días a la semana con una intensidad acorde a nuestro mejor grado de activación.
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