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COCINA DE APROVECHAMIENTO

Siete recetas para hacer con sobras que tienes en la nevera

¿No sabes qué comer o cenar y solo tienes restos en el frigorífico? Echa un ojo a estas recetas pintonas.

Siete recetas para hacer con sobras que tienes en la nevera

Siete recetas para hacer con sobras que tienes en la neveraiStock

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Hoy te ha pillado el toro y no has preparado nada para comer o para cenar, no te dio la agenda. Tampoco te apetece acudir a la comida a domicilio. Abres la nevera: verdura por aquí, unos restos por allá… ¿y si improvisas unas recetas con sobras? No solo aprovecharás lo que tienes en el frigo, evitando el desperdicio de alimentos, sino que además puedes hacer unos platos bien pintones y en un plis plas. ¿No te lo crees? Sigue leyendo…

- Wok de verduras y pollo en un santiamén: ¿Hiciste pollo asado y tienes por ahí unos restos? Te valen incluso esos filetes de pollo a la plancha que sobraron (bastará con que los hagas trocitos). Abre el cajón de las verduras y coge unos champiñones, un poco de cebolla y ese medio calabacín que tienes ahí pochándose. Pica todo muy bien, ponlo en un wok con las especias que tengas a mano (el comino le queda de vicio), un buen chorro de salsa de soja cuando ya casi esté y… a degustar.

- El pollo es lo más versátil: si quieres una receta aún menos complicada que la anterior y bien fresquita, muy adecuada para los calores del verano, puedes utilizar esos restos de pollo cocinado en una ensalada César que puedes hacer al estilo tradicional (con hojas verdes de ensalada) o de pasta. Si es de lechuga, bastará añadir el pollo (también vale pavo), tomates, trocitos de queso y picatostes a tus hojas de ensalada. Otra opción, válida para una cena, es aprovechar esas pechugas fileteadas para hacer jugosos sándwiches: añades algo de mayonesa, tomatitos, rabanitos y hojas de lechuga y resuelto.

Nevera
Nevera | iStock

- ¿Te sobró algo de pescado y de marisco de la última paella? Nada de ir a la basura: añade un poco de cebolla, ajo y algo de pimiento, ponles unos fideos de fideuá et… voilà! Un rico plato en un santiamén.

- ¿Asaste carne roja el fin de semana y los extremos de la pieza se te han quedado más secas que la mojama? Cógelos y córtalos en tacos en la medida de lo posible. Saltéalos en una sartén poniendo un buen chorro de salsa soja. Simplemente tendrás que acompañar de arroz basmati (los vasitos que vienen casi preparados son la mar de resolutivos) y una comida rica y rápida.

- ¿Te han sobrado embutidos de la merienda o se te están quedando un poco secos? Prueba a ponerlos en una pizza casera que hará las delicias de los pequeños. Si les pones un poquito de Aove por encima quedarán muy jugosos.

- ¿Tienes restos de quesos? Ojo, que puedes darle más vidilla de la que piensas. El queso en sí puedes aprovecharlo en múltiples opciones pero también, su corteza. “Cuando la corteza es natural por regla general se puede comer. El queso suizo, por ejemplo, tiene corteza natural y por tanto se puede comer e incluso usar para cocinar. Siempre según los gustos y teniendo en cuenta la dureza de las mismas. Los quesos suizos están hechos con corteza lavada con sal (salmuera). Un ejemplo, en el caso de Appenzeller, su corteza es dura, se trata con una salmuera de hierbas aromáticas y hace que la piel se vuelva roja-anaranjada, con una capa de color pardo rojizo, consistente en una grasa ligeramente seca. El borde la corteza está ligeramente abombado”, explican desde Quesos de Suiza. Estas cortezas puedes añadirlas a las sopas, a los guisos, potajes, estofados... Por supuesto, a las salas y cómo no, al risotto: le darán un toque excepcional.

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