LA ALTERNATIVA ZARAGOZANA AL TUBO
Ruta de tapas por la calle Heroísmo
La calle Heroísmo de Zaragoza es un paraíso del tapeo que puede funcionar como alternativa menos masificada al archiconocido Tubo.
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“Perdone, ¿Por dónde quedan los bares tapas?”. Cuando un turista te hace esta pregunta en las calles de Zaragoza, se refiere sin duda a El Tubo, la popular y emblemática zona de tapeo del centro. Y ahí es adonde uno lo manda, pero se queda con las ganas de decirle que ande un poquito más y se acerque hasta la calle Heroísmo, mucho menos conocida pero firme candidata al título de "las otras tapas" de la ciudad del cierzo. La calle Heroísmo se sitúa entre el Coso Bajo y la calle Asalto, dentro del área de influencia del activo barrio de La Madalena, ya en los bordes del Casco Histórico de Zaragoza.
Este vial es desde hace décadas calle de bares. A los establecimientos de toda la vida se han sumado en los últimos años nuevos locales con ganas de agitar la gastronomía de la zona. Croquetas de rabo de toro, empanadillas chilenas, salchichas alemanas, hamburguesas con vino del Somontano... Nuevos sabores para una calle de solera.
Quizás el mejor ejemplo de los contrastes de esta calle sea el casi centenario Bar Heroísmo. Desde hace poco más de un año, este carismático establecimiento respira nuevos aires. A su tradicional oferta de menú, raciones y tostadas ha sumado las hamburguesas artesanales. La innovación se ha colado con propuestas como la 'Somontano', una hamburguesa con foie, cebolla a la plancha y reducción de vino del Somontano.
A pesar de ser sobre todo local de comidas y cenas, las tapas tienen espacio, con mini-hamburguesas o croquetas “diferentes”, como la de calabacín con queso gorgonzola. Todo ello servido en un precioso bar con cristaleras y anaqueles, en cuyas mesas del fondo siguen quedando cada tarde los habituales parroquianos para jugar a las cartas. Soraya, que es quien lleva las riendas del Bar Heroísmo en la actualidad, explica que, aunque cada vez hay más oferta de tapas en la calle, “para que se constituyera como una verdadera alternativa de tapeo habría que darle una vuelta, porque cada local tiene su propio estilo”. Prueba de ello son veteranos establecimientos como La sardina rancia -su nombre no engaña sobre su especialidad- o Casa de Pilar (foto), de comida casera.
De la misma opinión son en otro clásico de la calle, el Pantagruel, donde siguen fieles a su especialidad, las tablas de quesos y curados, regadas con la sangría o cerveza que sale del grifo de sus “torrentes”, sus característicos recipientes para compartir tragos entre amigos.
Los nuevos sabores
Los recién llegados parecen querer probar con sus mostradores que Heroísmo ya está en camino de ser, por lo menos, una opción a tener en cuenta para ir de tapas por Zaragoza.
Así lo creen en La Tabernita del Centro, en la entrada de la calle desde el Coso, que abrió sus puertas hace apenas ocho meses. Su especialidad son las croquetas. “No tenemos ni una normal”, asegura uno de sus responsables, Carlos, que detalla: “Las tenemos de rabo de toro, de cabrales con bacon, de gambas al ajillo, de loganiza con piquillo...”. Desde hace casi tres años, La Pequeña Europa ha llevado a Heroísmo el sabor de las tapas alemanas. Sus especialidades son las salchichas, las 'fondues' y las tostadas, todo ello con materia prima directamente traída de tierras germanas. También con ingredientes típicos como el pepinillo, el arenque o la mermelada de arándanos elaboran pequeños bocados que harían las delicias de la mismísima Angela Merkel.
No están en Heroísmo, pero casi.
'El Piñón' abrió el 1 de octubre de 2013, y en poco tiempo se ha hecho ya un nombre en la zona. ¿Los motivos? Su cuidada decoración con guiños a los aficionados a la bici y, sobre todo, su oferta gastronómica. Entre sus tapas se encuentra la empanadilla chilena (rellena de ternera, pasas, olivas y huevo duro), la empanadilla de pollo con mozzarella y puerros o la bola de huevos rotos con chorizo. Todo ello presentado con gracia y salero y con el toque cañí que le da servir la cerveza en porrón.
Quizás no sea tan famosa como El Tubo, y difícilmente podrá desterrar a esta zona de las preferencias de los turistas, pero los amantes del buen comer deben tomar nota: en la calle Heroísmo algo se cuece, y huele que alimenta.
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