¿Cuál crees que engordará menos?
Las chuches, ordenadas de menos a más calorías
Vamos a ser realistas: engordar, engordan todas, pero hay algunas que un poco menos.
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Vamos a dejar una cosa clara antes de empezar: las chucherías industriales son lo que son: unos productos de nulo valor nutricional, compuestos en su gran mayoría por azúcar (en algún caso con un porcentaje que llega al 70%), colorantes, conservantes y aromatizantes... Aquí no hay ni rastros de proteínas, vitaminas ni similares, por lo que la clasificación que vamos a hacer a continuación se va a ocupar exclusivamente de las calorías. Es decir, engordarán menos las que menos tengan y más las que más, aunque, en realidad, buenas, buenas, no son ninguna de ellas.
Ositos de gominola. Aunque parezca increíble, los muy icónicos ositos de gominola están entre los que menos calorías tienen por cada 100 gramos. Se quedan en 325 y la razón puede estar en que prescinden en su fabricación de esa gruesa capa de azúcar extra que sí tienen otros caramelos de goma. Por supuesto, entre sus ingredientes hay gelatina, gelificante y aromas tanto naturales como artificiales. Pero, ¿a qué son monoooos?
Nubes. También llamadas 'marshmallows', en España las encontramos casi exclusivamente en su versión rosácea. En Estados Unidos hay muchas más variedades y llegan incluso a ser consideradas como un ingrediente más en recetas. En 100 gramos encontramos unas 334 calorías. Ojo a sus ingredientes, porque muchas incluyen gelatina de cerdo, lo que hace que no sean aptas para vegetarianos.
Regalices. Hubo un momento, varias generaciones atrás, que chupar regaliz era mordisquear una raíz en la que no había ningún ingrediente que no fuera natural y el dulzor era el típico de la planta. Hoy en día, los llamados 'regalices' suelen ser caramelos de goma aromatizados con alguna esencia que recuerda a la planta original, pero nada más lejos de la realidad. En 100 gramos hay unas 341 calorías.
Jelly beans. Aunque tienen forma de alubia, estos caramelos semiblandos no tienen nada que ver ni con las fabes ni con las judías pintas. Se trata de grageas de distintos sabores que pueden combinarse para obtener diferentes efectos de sabores un poco más complejos como tarta de queso con mermelada o limón con cola. Las calorías que nos aportan llegan a las 375 por cada 100 gramos.
Caramelos de palo. Un invento español este de clavarle un palo a un caramelo duro para así comerlo más cómodamente. Aunque parecen estar entre los más sencillos, suben un poco más en el apartado calórico, con unas nada despreciables 383 por cada 100 gramos. Son, además, los que menos contenido en agua tienen. De ahí su textura rompedientes y lo decimos, glups, en el sentido más literal del término.
Pica pica. Tiras de caramelo que se venden espolvoreadas por encima. Lo curioso de ese 'extra' es que resulta lo suficientemente ácido para que provoca una sensación de 'pica pica' en la lengua, aun sin llegar a los caramelos picantes que se venden en países como México. Se plantan en la barrera de las 400 calorías por cada 100 gramos, lo que le sitúa en segundo lugar...
Caramelos blandos. Los hay de distintos sabores (que normalmente se distinguen por el color del envoltorio) y se pegan a los dientes cosa mala. Aunque les tenemos cariño, son, entre todas las chuches analizadas, las que más calorías tienen, alcanzando las 403 por cada 100 gramos. Quizá ese extra viene dado por una mínima presencia de zumo concentrado de frutas. En ese caso, bienvenidas sean las calorías.
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