¿Es bueno o malo el aceite de coco que toman las famosas?

En el momento en que Gwyneth Paltrow empieza a utilizar un producto, este se pone de moda inmediatamente. Fueron en su día los zumos de carbón, después los huevos vaginales y los controvertidos baños de vapor vaginal para limpiar el útero, además de todo tipo de mejunjes depurativos que enseguida se convierten en un must para sus millones de seguidores en todo el mundo. Uno de los productos estrella no solo de Gwyneth Paltrow, sino de otras famosas 'trendsetters', es el aceite de coco, un producto que ayuda a adelgazar, a "depurar" e incluso es bueno para la piel.

Los argumentos a favor del aceite de coco (Angelina Jolie toma una cucharadita para desayunar, por ejemplo) son múltiples por parte de sus defensores. Aseguran que es bueno para el mal aliento, que mejora las digestiones e incluso cura los trastornos digestivos, que limpia, depura, fortalece el sistema inmunológico, nos ayuda a adelgazar y a sentir más ligeros y saludables, además de acelerar el metabolismo y combatir la sensación de hinchazón y pesadez. Pero cuidado, porque el aceite de coco también es altamente calórico, de manera que incluso sus defensores más acérrimos recomiendan moderar su consumo y no volvernos locos con su uso: que el aceite de coco esté de moda no significa que haya que incorporarlo a diario en absolutamente todos los platos y mucho menos sustituir otros alimentos por él.

Este producto se consigue tanto a partir del coco fresco como del coco seco, y puede ser refinado o extra virgen respectivamente El extra virgen es el que tiene más propiedades, ya que es un aceite puro, que no pierde nutrientes al no haber sido sometido a ningún proceso de refinamiento. El principal handicat del aceite de coco es, por su parte, que es un alimento rico en grasas saturadas, un tipo de grasa de textura "sólida", que ocasiona un aumento de los niveles de lipoproteína de baja densidad (LDL) en la sangre, que popularmente conocemos como "colesterol malo".