¡Cómete el envase!
Atención, amigos: llega el plástico para envolver alimentos que se puede comer
Lo están desarrollando investigadores del departamento de Agricultura de Estados Unidos y estaría hecho a partir de caseína, una proteína de la leche.
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Hay envases que nos complican la vida a base de bien. Tanto es así que, a veces, uno tiene la tentación de comerlos directamente en lugar de abrirlos. Pero, claro, jamarse una lata de conservas pues cómo que no. Otra cosa es algunos plastiquillos. Mira, esos si pudiera uno meterlos entre pecho y espalda...
Pues bien, unos avispados investigadores del departamento de Agricultura de Estados Unidos están creando un film biodegradable que sería completamente comestible con un plus: estaría hecho de caseína, una proteína de la leche, lo que lo haría incluso nutritivo. Además, podría proteger la comida delicada que duraría un poco más que con un film de plástico estándar, ya que bloquearía la entrada de oxígeno 250 veces mejor. Además, podría reducir la cantidad de plástico utilizado, lo que lo haría ecológico.
Peggy Tomasula, líder del proyecto, la científica Laetitia Bonnaillie y sus colegas han estado experimentando con distintos tipos de caseína, aditivos y procesos para producir films comestibles con una gran variedad de uso. A pesar de que aún no quieren lanzar las campanas al vuelo sobre las posibilidades del nuevo envase, si nos ponemos a pensar, parecen casi infinitas: tendríamos un plástico comestible para los palitos de queso, para las cápsulas de café, para los cubitos de concentrado de caldo, quién sabe si para los sobres de jamón york… Además, en el caso del café, sería posible que añadieran textura e hicieran innecesario añadir leche.
Y ya poniéndonos a pensar, cabría la posibilidad de que a este film se le añadieran vitaminas, probióticos, sabores, antibacterianos… sin necesidad de que estuvieran dentro del alimento. Imaginemos, por ejemplo, un ‘stick’ de queso en el que el film tuviera sabor a curry… Eso sí, según Bonnaillie, hay que pensar que este nuevo invento, al estar hecho a partir de caseína, no sería apto para aquellos con diferentes alergias relacionadas con los lácteos. Pese a estos inconvenientes ya hay, al parecer, una docena de empresas interesadas en la patente.
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