Menú maridaje con cerveza
Ahora en Horcher se come con cerveza... Casimiro Mahou
El mítico restaurante madrileño, abierto en 1943, presenta un menú que reúne alguno de sus platos clásicos acompañados de las cervezas Casimiro Mahou, producidas de forma artesanal en memoria del fundador de la marca.
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Amaniel, Maravillas, Jacometrezo y Marcenado. Aunque pudieran parecer los nombres de paradas de metro ficticas que recorrieran los barrios de Argüelles y Malasaña, son, en realidad, los nombres de las cuatro cervezas de la gama Casimiro Mahou. Cada una de ellas hace referencia a lugares importantes de la vida de Casimiro Mahou, francés llegado a España en el siglo XIX y que acabó poniendo las bases de lo que luego sería la marca de cervezas que lleva su apellido y que, en su día, fue un auténtico pionero poniendo en pie negocios como una fábrica de papeles pintados u otra de hielo. Esta nueva línea de cervezas especiales de Mahou suponen un antes y un después de la marca: nacen para afianzar la creciente cultura cervecera en nuestro país, que hace ha ampliado en los últimos años la forma de consumo de la misma.
Cada una tiene su pecualiaridad. Amaniel es una lager de sabor suave y equilibrado; Maravillas es una versión ligeramente más tostada que la anterior; Jacometrezo se asimila más a las cervezas de abadía, con una mayor fermentación y más cuerpo y, finalmente, Marcenado es una cerveza de trigo, espesa y con toques afrutados.
Las cervezas Casimiro Mahou se han lanzando, por el momento, de manera limitada. Se pueden encontrar en tiendas gourmet y están presentes en algunos restaurantes como Horcher, el emblemático establecimiento madrileño que abrió sus puertas en 1943 y que prepara un menú degustación con algunos de sus platos más reconocidos acompañados por estas cervezas.
La primera propuesta son unos arenques a la crema y anguila ahumada, un plato de pescado en la onda centroeuropea clásica, untuoso y sabroso al que le va como anillo al dedo la cerveza Amaniel, que ayuda a limpiar el paladar entre bocado y bocado y a aminorar el contenido graso.
La cerveza Maravillas, con un poquito más de carácter por el tostado, es la que se sirve con el carpaccio de venado con higos picantes 'made in' Horcher. Por un lado, tenemos un plato de caza, especialidad de la casa. Por otro, los higos picantes que se elaboran en el mismo restaurante y que son una invención deliciosa y adictiva: si alguno se engancha, no hay problema, se venden para llevar.
El huevo poché sobre Kartoffelpuffer (una especie de pastel frito de patata) con huevas de salmón se acompaña de la Marcenado, en lo que es, sin duda, la combinación más arriesgada. Al tratarse de una cerveza de trigo, es preferible dejar de lado el pan en este plato. La Marcenado hace las veces del pan con el que acompañaríamos el huevo. Una mezcla interesante, aunque, en este caso, y para aquellos no acostumbrados a las cervezas de trigo, la recomendación es que se beba despacito a medida que se degusta el plato, fantásticamente ejecutado, por otra parte.
El lomo de corzo asado (sí, de caza, de nuevo) que funciona de fábula con la Jacometrezo, quizá la cerveza más destacada del lote, que resulta idónea, por su cuerpo y sus notas, para ir de la mano con el delicioso asado con el sello de Horcher. Aquí cobra todo su sentido maridar un menú de este calibre con cerveza: cuesta imaginar un tinto que pueda ir mejor con el corzo que esta cerveza.
El postre son los crepes "Sir Holden", hechos en el momento, al lado de la mesa, y flambeados. Una delicia old school que se sirve con frambuesas y helado y que se podría acompañar, para los muy cerveceros, con un poquito más de la Jacometrezo. ¿Quién dice que la cerveza no es para los postres?
Restaurante Horcher. Alfonso XII, 6 (Madrid). Horario: comidas y cenas de lunes a viernes y sábado por la noche. Cierra el sábado a mediodía y el domingo. Precio del menú Casimiro Mahou: 110 euros por persona.
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