La ola de calor declarada el pasado jueves por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene en alerta amarilla y/o naranja a 23 provincias de Galicia, centro y mitad sur peninsular y Valle del Ebro, con máximas que rondarán los 41 grados y mínimas de entre 34 y 38.
Para el meteorólogo José Antonio Maldonado, esta ola de calor, declarada como tal no por las temperaturas sino por su persistencia en el tiempo (se estima que durará entre 1 semana y 10 días) es bastante normal para estas fechas del año.
Maldonado ha recordado que ha habido "julios y agostos no lejanos en los que no se ha bajado de temperaturas similares a las actuales", y que lo que sucede estos días es "bastante normal" para esta época del año. Según informa la Aemet en su página web, en el sur están en alerta naranja: Córdoba, Huelva y Sevilla (41 grados), y en amarillo, Jaén (38).
En el Valle del Ebro: Huesca, Teruel y Zaragoza tienen la alerta amarilla, con 36 grados de máxima. En el centro del país, Toledo cuenta con un aviso naranja por 39 grados de máxima, y el amarillo rige en Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Ávila, León, Salamanca, Valladolid y Zamora, con 36 de media.
También Madrid figura con alerta naranja por temperaturas que pueden subir el mercurio hasta los 39 grados. El mismo color rige en Badajoz y Cáceres (39 grados) y en A Coruña, Lugo, Ourense y Pontevedra (entre 37 y 40).
Esta situación meteorológica se debe, según la Aemet, a un potente anticiclón que continuará centrado en el entorno de las Islas Británicas y a un sistema de bajas presiones que permanecerá en el oeste peninsular y golfo de Cádiz. Ello favorece la persistencia de la masa de aire cálido sobre la Península, especialmente en las zonas más occidentales.
Por otra parte, un flujo de aire cálido y seco de origen africano afectará a las Islas Canarias a partir del martes, día 9. Ante estas previsiones, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior ha insistido en la necesidad de extremar las precauciones.
Protección Civil ha subrayado que las altas temperaturas favorecen el riesgo de incendios forestales, por lo que hay que extremar las precauciones para evitar esos siniestros.
