Reciclaje

El juego del reciclaje: ¿Qué residuo tiro en cada contenedor?

¿Tienes dudas sobre qué residuos tirar a cada contenedor?. Participa en nuestro juego de reciclaje para despejar todas tus dudas.

La humanidad agotó el pasado mes de julio todos los recursos naturales que tenía para todo el año. El cambio climático es un hecho que cada vez se hace más visible. Para luchar contra él es fundamental seguir la conocida 'regla de las tres erres: reducir, reutilizar y reciclar'.

Reciclar supone darle un nuevo uso a un material ya utilizado y es tan importante porque, cuantos más habitantes somos en la Tierra, más basura generamos. La ONU estima que en 2050 seamos 9.700 millones de habitantes en el mundo y que en 2100 lleguemos a los 11.000 millones, por lo que una buena gestión de los recursos es clave.

¿Cuáles son los tipos de contenedores de reciclaje? o ¿Qué tipo de residuo se deposita en su interior?. Si tienes dudas sobre estos conceptos, te explicamos qué debes tirar a cada contenedor.

Contenedor amarillo: en el contenedor amarillo se deben depositar los envases, ya sean de plástico o metálicos
Contenedor azul: Este contenedor es el específico para depositar cartón y papel.
Contenedor verde: El contenedor verde o iglú verde, está destinado para deshacernos del vidrio. En esta categoría se incluyen las botellas o botes de vidrio, tarros de conservas y otros alimentos.
Contenedor marrón: Como bien indica su nombre, los contenedores orgánicos están destinados a los desechos orgánicos.

¿Qué es la huella de carbono y cómo afecta al Planeta?

La huella de carbono es un indicador ambiental que trata de cuantificar la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto.

Se trata de un tema clave ya que el aumento de la emisión de GEI afecta de forma directa en el calentamiento de la Tierra, un fenómeno que afecta de forma planetaria y que ya tiene graves consecuencias en las masas de agua dulce congeladas de los Polos o en el incremento de fenómenos climáticos extremos como fuerte precipitaciones, desertización o cambios en las hábitats de muchos animales.