Maltrato

Jueces avisan sobre las pulseras de control de maltratadores: "Pueden perturbar la tranquilidad de la mujer"

Jueces explican que estos dispositivos "son efectivos pero intranquilizan a la mujer" maltratada. "Hay que afinar un poco más", destacan.

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En los últimos 10 años se han colocado en España más de 10.000 pulseras de control telemático a condenados por violencia de género. Unas pulseras que, por un lado, no llegan a todas las amenazadas y que, por otro, no siempre funcionan de la manera más idónea.

"Para mí no era una medida efectiva, que todo lo utilizan para intentar psicológicamente hacernos daño". Este es el testimonio de una mujer maltratada a Antena 3 Noticias. Una víctima que ha rechazado usar la pulsera telemática porque dice que no le protege. Es un sentimiento generalizado. Jueces de País Vasco advierten de fallos en este sistema de control al agresor.

Los jueces vascos han remitido un escrito al CGPJ en el que, partiendo de un caso ocurrido en Barakaldo, piden que se amplié este sistema de protección a todas las mujeres amenazadas.

Al margen del documento, los magistrados vascos proponen mejorar la tecnología ya que los habituales fallos de estas pulseras aumentan la sensación de amenaza en las víctimas. Aner Uriarte, decano de los jueces vascos, ha respondido a las preguntas de Antena 3 Noticias sobre estas situaciones.

La entrevista al decano de los jueces vascos

Pregunta: Hay un reciente escrito que se trasladó del Tribunal Superior de Justicia al Consejo General del Poder Judicial, ¿de qué parte ese escrito?

Respuesta de Aner Uriarte: "Parte de una comunicación que hace una magistrada de instrucción de Barakaldo, que estaba en funciones de guardia, y en un procedimiento urgente constata, tanto ella como la representación del Ministerio Fiscal, de un peligro para una mujer de Barakaldo por el acoso que se está produciendo por parte de un varón".

"En este caso, y lo que ha generado el problema, es que el varón nunca ha tenido ningún tipo de relación sentimental con ella, ni lo tiene ahora, luego no se configura dentro de la jurisdicción especial de Violencia sobre la Mujer. El delito asociado a este hecho tiene una pena menor, no se pueda optar en función de esa pena a medidas cautelares como la prisión provisional, y entonces la magistrada y la fiscal entienden que es necesaria que se ponga una pulsera a la persona denunciada para proteger la seguridad de la mujer. Como hay dudas legales de que se le pueda aplicar, y la empresa que pone las pulseras se niega porque, entienden que en este caso, no es violencia a la mujer ni estaría reflejado en un protocolo, muy importante, firmado por el CGPJ y el Ministerio de Igualdad".

"De esta forma, la magistrada se queda sin poder ejecutar la medida de protección, la única media protección que consideraba adecuada, y lo traslada la Sala de Gobierno. La Sala de Gobierno lo recoge, ve y entiende las dudas jurídicas que hay en este caso por el hecho de que el denunciado no haya sido pareja, no porque no hubiera riesgo. Así, se lo trasladamos al Consejo General del Poder Judicial por si valora la posibilidad de ampliar este protocolo para que las mujeres que sean acosadas por algún hombre, que no haya sido su pareja, puedan estar incluidas también en este ámbito de protección".

P: En ese escrito ¿ qué traslada el Tribunal Superior al Consejo?

A.U: "Constata las dificultades para que estas mujeres queden protegidas por las pulseras, porque las pulseras se han revelado como efectivas a la hora de proteger a la víctima. Se lo decimos al Consejo General para que valore esta ampliación del protocolo porque al no estar ahí recogido, y al haber dudas legales, se nos ha negado una medida decidida por una magistrada de guardia en funciones".

P: ¿En ese documento no figuran los fallos o el corto recorrido que puede tener de protección las pulseras?

A.U: "No. En ese escrito de gobierno solo hay una sugerencia de ampliación".

P: ¿Cuál es la realidad de las pulseras telemáticas? ¿Hay algún problema con ellas?

A.U: "Sí, hay problema en el sentido de que pueden llegar a perturbar la tranquilidad de la mujer. Pero también existe un elemento contradictorio que es que, por lo menos por los datos que yo conozco en la Comunidad Autónoma Vasca, ninguna mujer que ha sido protegida por las pulseras ha sido asesinada. Es decir, tiene una efectividad como protección".

"Lo que ocurre es que las pulseras tienen un sistema de protección que consiste en que si la distancia de alejamiento que estos aparatos controlan se ve infligida en algún momento, se llama a la mujer para que esté atenta. Es decir, si el hombre que tiene la pulsera conscientemente incumple la media protección pues se moviliza la policía".

"Pero también se avisa a la mujer cuando la pulsera se descarga (el denunciado tiene la obligación de llevarla cargada pero, a veces, por error se descarga) o cuando se producen unos acercamientos involuntarios".

"Las medidas de alejamiento se toman partiendo del domicilio de la denunciante o del centro de trabajo, pero a veces la mujer se mueve voluntariamente por donde quiere, como es lógico, y el denunciado se está moviendo también involuntariamente o inconscientemente por el mismo ámbito. Entonces, también se llama a la mujer y, claro, esto le genera una situación de intranquilidad".

"Ese es el problema que tenemos con las pulseras, que son efectivas, pero en muchos casos intranquilizan a la mujer con llamadas que no se sabe si son o no por error. Es decir, se 'revictimiza' a la mujer. Este es el problema fundamental que existe con las pulseras".

P: ¿Esto lo pueden solucionar los jueces?

A.U: "No. Son las administraciones, en este caso, el Gobierno central y el Ministerio de Igualdad y quien provea las pulseras. Los jueces, por lo que a mi me consta, tratan de optimizar la situación fijando correctamente el alejamiento. Los juzgados tratan de elaborar un mapa claro para que el denunciado sepa por donde tiene que moverse sin afectar a la víctima".

P: Algunas asociaciones critican que se ponen pocas pulseras y los distanciamientos no sirven

A.U: "Son críticas que se hacen sin aportar datos. En la Comunidad Autónoma Vasca se están poniendo pulseras y prueba de la efectividad es que ninguna portadora ha fallecido".

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