Medicina

Emma, el rostro del éxito médico: la primera bebé a la que trasplantan un intestino de un donante muerto

La novedosa operación la llevó a cabo un equipo del Hospital de la Paz de Madrid. Por primera vez en el mundo, trasplantaron un intestino procedente de un donante muerto.

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Emma tiene 13 meses y a su corta edad ha hecho historia al convertirse en un hito de la medicina tras recibir un intestino procedente de un donante muerto. Sus problemas comenzaron cuando los expertos detectaron que tenía el intestino muy corto, lo que le provocaba fallo intestinal.

El primer obstáculo para el equipo del Hospital Universitario La Paz de Madrid fue encontrar un donante que se ajustara a sus características: "Tenía que ser de peso y edad aproximada. No era fácil", cuenta Eva Flores, coordinadora médica de trasplantes.

Durante cinco meses la pequeña se sometió a tres cirugías. A raíz de las intervenciones comenzó a comer un poco más pero duró poco. Emma no mejoraba y los expertos encontraron la solución en la lista de trasplantes, una lista que "tiene la mortalidad más alta" ya que entre un 25% y un 30% de candidatos fallecen durante el proceso.

La historia de un logro médico

Con este porcentaje de mortandad no había tiempo que perder. A pesar de que hasta el momento no había experiencia con este tipo de trasplantes, el equipo de La Paz se puso manos a la obra. El órgano procedía de un donante en parada cardiorrespiratoria, conocido como donación en asistolia, por lo que había que restablecer la circulación y evitar que la pequeña porción de tubo digestivo dejara de funcionar completamente.

Horas y horas de operación que culminaron con el mejor de los resultados: Emma acababa de ser trasplantada con éxito.

En el proyecto del Hospital La Paz también creyó la Fundación Mutua Madrileña: "El fin último es mejorar los tratamientos de las enfermedades y contribuir a salvar vidas", explica Lorenzo Cooklin, director general de la Mutua.

El próximo reto

Intervenciones como la de Emma ponen de manifiesto la importancia de la investigación, clave para avanzar aunque no se obtengan los resultados esperados.

El siguiente reto del equipo de La Paz es lograr que los trasplantados de corta edad puedan dejar de tomar inmunosupresores de por vida.

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