Carabelas
Emergencias activa la alerta: las carabelas portuguesas llegan a las playas de Asturias
Desde Emergencias, recomiendan evitar el contacto con estos animales y subraya la importancia de "no subestimar la situación".

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La carabela portuguesa invade las costas asturianas. El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) ha alertado, a través de sus canales de comunicación, sobre la presencia de medusas y carabelas portuguesas en distintas playas de la zona. Asimismo, ha alertado a los bañistas de extremar la precaución y seguir las indicaciones de los socorristas.
Las carabelas portuguesas no son una especie de medusa como tal, sino que se trata de "una colonia de organismos que trabajan en conjunto para sobrevivir, formando un hidrozoo gelatinoso que no puede vivir de forma individual". Su tamaño, de aproximadamente 30 centímetros de longitud, se complementa con unos tentáculos muy largos. El peligro de la carabela portuguesa en los bañistas reside, precisamente, en esos tentáculos.
En una nota de prensa, el SEPA recomienda evitar el contacto con estos animales y subraya lo importante que es "no subestimar la situación". Además, advierte de no bañarse en zonas donde hayan sido avistados estos ejemplares. Los servicios de emergencia también recuerdan que incluso en la orilla puede haber fragmentos de tentáculos con efecto urticante, por lo que aconsejan no meterse en el agua aunque solo se observen restos o ejemplares muertos.
El equipo de emergencias ha recordado que el poder urticante de las medusas y sus fragmentos puede persistir hasta 24 horas en condiciones de correcta seguridad. Por ello, han pedido a los usuarios que no toquen ni manipulen restos de medusas que se ubiquen en la arena. En el caso de que se encuentren estos fragmentos, los bañistas deben informar al puesto de vigilancia más próximo, o en su defecto, al 112.
¿Qué hacer en caso de sufrir una picadura?
Las carabelas portuguesas no solo son peligrosas para otros animales marítimos sino que también lo son para los humanos. La picadura de una de estas carabelas puede ser mortal para un niño o un adulto con salud comprometida. Para una persona con peso y salud normales, la picadura no debería ser extremadamente dañina y sus efectos desaparecerían en pocas horas.
Los síntomas más habituales de una picadura incluyen picor y escozor en la zona afectada. Sin embargo, hay casos en los que una picadura puede provocar dolores intensos, náuseas, fiebre, vómitos o incluso, la muerte.
El veneno de uno de estos animales permanece activo incluso después de que el ejemplar haya sido retirado de la arena, por lo que es crucial no tocarlo.
En el caso de sufrir una picadura, es fundamental actuar de forma rápida para neutralizar el veneno y retirar todos los restos de tentáculos de la piel. Para limpiar la zona afectada, se puede utilizar agua salada o alcohol. A diferencia de lo que sucedería ante una picadura de una medusa común, es desaconsejable utilizar vinagre o agua dulce.
Una vez finalizada la limpieza, se aconseja aplicar agua caliente y una crema con cortisona.
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