El dolor y el sufrimiento de los que han perdido a algún familiar por coronavirus es "insoportable de llevar". Lo aseguran decenas de testimonios, por la soledad de la muerte, por la restricción en velatorios y cementerios.
Lo cuenta para Antena 3 Noticias, Claudia, una joven que perdió a su padre Juan Antonio, de 53 años y que trabajaba en un supermercado. Murió el 13 de abril y 9 días después no saben donde está su cuerpo: " La últimas noticias que tenemos es estaba en el Palacio de Hielo, pero a día de hoy no sabemos dónde está , donde se encuentra".
Además se añaden los problemas burocráticos, necesitan el certificado de defunción cuanto antes, "y nos han dicho que se puede alargar hasta dos meses el tiempo de espera, lo necesitamos mi hermana y yo para poder optar a al pensión de orfandad".
Una semana sin saber nada de su madre
Los familiares se quejan de la falta de información. Mari Carmen estuvo una semana sin saber nada de su madre ya fallecida. "Después de una semana, el tanatorio me dijo que el domingo 5 de abril incineraban a mi madre el domingo 5 de abril a las 12 de la noche" Ya han pasado tres semanas y " sus pertenencias, hasta la semana pasada, no habían aparecido todavía. Estaban olvidadas en el rincón de un hospital. Mañana supuestamente tengo que ir a por ellas".
Pañuelos blancos
Son muchos los que han tardado días, semanas, en encontrar a sus seres queridos, de los que ni siquiera han podido despedirse. Ahora, hacen un llamamiento:" esta tarde todos con pañuelos blancos en los balcones, para recordar a los muertos de COVID-19".
Las asociaciones de familiares siguen pidiendo que se permita visitarles en las residencias y hospitales, para poder darles el último adiós, en vida.
