Galicia
Desconectados y sin cobertura: los vecinos de Vilariño, en Ourense, continúan sin una solución
Llevan meses denunciando ante las compañías y las administraciones lo que consideran una situación de aislamiento.
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Los habitantes de Vilariño, en la parroquia de Castro de Beiro, a menos de diez kilómetros del centro de Ourense, están desesperados: no tienen ni cobertura ni conexión estable a Internet.
En los últimos meses, han intercambiado reclamaciones y escritos con diferentes administraciones y con la compañía proveedora del servicio, pero las respuestas que reciben no son satisfactorias: “Pagamos más de cien euros al mes por un servicio y no nos dan ni el mínimo legal al que están obligados”, reconoce un vecino.
De hecho, hace tan sólo unos días, una resolución del Gobierno desestimaba las reclamaciones de los vecinos de este núcleo. A pesar de ello, recuerdan que tanto compañías como administraciones públicas deben garantizar, por ley, ese servicio mínimo.
La situación es grave, ya que no afecta solo a la conectividad a la red para asuntos de ocio o trabajo, sino que tiene consecuencias sobre la cobertura a la hora de realizar llamadas de emergencias. “El día que pase algo grave aquí, nos van a oír de verdad”, afirma con desesperación otra vecina. Y es que, en ocasiones, no pueden ni efectuar llamadas de emergencias a servicios como el 112.
Utilizar un vigilabebés: el ingenio para seguir conectados
Inés Cortés es una de las afectadas y, en su caso, se las ha tenido que ingeniar para poder permanecer conectada telefónicamente. Junto a su marido, Francisco, viven en una casa a la que no llega la cobertura: “En el piso de arriba es el único punto donde tenemos una cobertura mínimamente estable”, indica Inés.
Por ello decidieron colocar un dispositivo vigilabebés en ese lugar, para poder escuchar el teléfono cuando se encuentre en la planta baja o el exterior. No obstante, reconoce entre risas que muchas veces “llegas sin aire a coger la llamada”.
Un problema que lleva años prolongándose y sobre el que el Ayuntamiento de Ourense tampoco se pronuncia: “Hay otros núcleos cercanos que sí tienen conexión de calidad, a los que sí les llega la fibra óptica. ¿Por qué nosotros no podemos tener ese servicio?”.
Entre los habitantes de Vilariño hay también niños y jóvenes, que necesitan de conexión a Internet para poder hacer sus deberes o hablar con sus amigos de otros pueblos. La madre de uno de ellos reconoce con resignación que, en ocasiones, tienen problemas para completar sus tareas.
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Por estos y otros motivos, los vecinos de este núcleo perteneciente al concello de Ourense piden una solución ante una situación impropia de la era digital en la que nos encontramos.
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