Cobertura

Sin cobertura ni internet a menos de 10 kilómetros de Ourense: así es la vida de las 10 familias de Vilariño

Vilariño vive sin cobertura e internet. Los vecinos de la zona critican la situación en la que se encuentran.

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De camino a Vilariño, en la carretera, comienzan los problemas. El móvil se queda "sin servicio". No hay cobertura. Estamos a menos de 10 kilómetros de Ourense, el ayuntamiento al que pertenece esta aldea. Es uno de los once núcleos de población de la parroquia de Castro de Beiro, pero es el único que sigue, en pleno año 2023, sin cobertura de telefonía y sin banda ancha. Algo que consideran una discriminación. "Promueven la vida en el rural, pero aquí no tenemos servicios mínimos", nos dice Juan Manuel. "Llevamos años así. La operadora de telefonía dice que es el Ayuntamiento de Ourense el que no concede permiso para instalar postes en el pueblo. El Ayuntamiento no nos atiende. Y mientras seguimos sin cobertura ni internet".

"No podemos comunicarnos, ni llamar a un médico ni pedir una cita, ni hacer ninguna gestión", nos cuenta Andrés. Él tiene tres hijos, "ellos tienen problemas para hacer los deberes, no pueden seguir las actividades online porque no va internet, tienen que hacer todo en papel". Algo que se repite en más viviendas, porque entre las diez familias que habitan Vilariño suman diez niños y adolescentes. Benjamín nos cuenta que sus nietos, que "viven en Suiza, lo pasan fatal cuando vienen en verano porque pierden toda la conexión".

Pagamos una conexión unos 100 euros o más al mes y no tenemos un servicio mínimo

El mismo problema tienen Inés y Francisco, un matrimonio de profesores que tienen que desplazarse a sus centros de enseñanza, en Ourense, para poder atender las clases y consultas telemáticas de sus alumnos. "Pagamos una conexión unos 100 euros o más al mes y no tenemos un servicio mínimo", aseguran. Ellos han probado todo tipo de trucos, también para poder recibir llamadas en el móvil. "Estaba esperando una llamada del Sergas para someterme a una intervención médica y tuvimos que ingeniarnos algo”, nos cuenta Inés mientras nos enseña un vigila bebés. “Lo coloco al lado de mi móvil en el piso de arriba de la casa, en el único punto donde hay algo de cobertura. De esta manera puedo escuchar el teléfono abajo y subir corriendo a contestar".

Mientras llega la solución, los vecinos de Vilariño siguen saliendo de sus casas para no quedarse desconectados.

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