Las defensas de los 'Casuals', la facción más radical de los Boixos Nois, han pedido la nulidad de las actuaciones en el juicio que ha empezado este martes en la Audiencia de Barcelona, al considerar que las intervenciones telefónicas, algunos registros y interrogatorios hechos a los acusados incumplen los requisitos y los abocan a la "indefensión".
Según la fiscal, los 29 acusados son culpables de extorsión en discotecas, dar palizas por encargo y traficar con drogas, y formaban una banda criminal dedicada a cometer acciones contra la propiedad, integridad física y la libertad ajena, por lo que pide una pena de hasta 120 años de cárcel.
En la rueda de cuestiones previas, han pedido la nulidad de las conversaciones telefónicas al considerar que no eran necesarias, pues ya había abiertas otras diligencias de investigación, por lo que apostar por la vía fácil vulnera el derecho a la defensa de los acusados y el secreto de las comunicaciones.
Además, han alegado una "gran confusión" por lo que refiere a los testigos protegidos, ya que en sede judicial declararon en tercera persona y no en primera, y no fueron identificados correctamente en los informes judiciales.
Algunas defensas han afirmado que uno de ellos fue identificado como testigo cuando, en un principio, se lo citó a declarar como imputado, y han criticado la supuesta desinformación acerca de estos, al ser "imposible" saber qué testigo dijo qué y respecto a qué acusado.
Para las defensas, se trata de una acusación genérica que no apunta a nadie y que se produce bajo irregularidades procesales graves, pues se dictó la inhibición de la causa del Juzgado de Instrucción 3 de Gavà, al 33 de Barcelona, de manera acumulativa.
También han pedido la nulidad de la entrada a registro en algunos domicilios a partir de las conversaciones telefónicas, que han considerado que no incluyen suficientes indicios que justifiquen actos delictivos de los acusados, y algunos interrogatorios que se realizaron sin permitir el derecho a la defensa.
