Adicciones
Adictos a los videojuegos: perfil, síntomas y causas de su dependencia
Al igual que las redes sociales, los videojuegos se han convertido en un arma de doble filo. Los expertos insisten en tomar medidas antes de generar adicción. Lucía Piñar, redactora de Antena 3 Noticias, explica alguna de ellas.
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En los últimos años, los videojuegos han pasado de ser un pasatiempo más a una oportunidad laboral. También en una pesadilla para las familias. Un estudio reciente de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción asegura que casi un 60% de los españoles de entre 15 y 29 años que juega todos los días lo hace durante, al menos, 3 horas.
De ese mismo informe, resalta otro dato llamativo. En nuestro país, los jóvenes se adentran en el mundo de los videojuegos a una edad muy temprana, concretamente a los 9,8 años (en el caso de los chicos a los 9,4, mientras que en el caso de las chicas a los 10,3).
La mayoría de expertos insisten en que un alto porcentaje de estos jóvenes utilizan las videoconsolas como una forma más de hacer ocio. "Esto es como el que va a una terraza a tomarse unas cervezas o como el que va al cine para evadirse", explica Lucía Piñar, redactora de Antena 3 Noticias. Sin embargo, su excesivo consumo durante un tiempo prolongado puede desembocar en una adicción.
Aunque a simple vista la adicción va relacionada con las horas que los jóvenes pasan frente a la pantalla, los especialistas y terapeutas explican que el tiempo que una persona dedica a un videojuego no determina al completo su dependencia. "Evidentemente, si ya empieza a haber un uso o consumo abusivo de ellos, se desarrollarían una serie de síntomas, pero hasta que eso no sucediese, no habría señal de adicción como tal", subraya la periodista en la newsletter de este jueves.
Nuevas formas de empleo
Los Electronics Sports son un claro ejemplo del auge de la industria del videojuego. En tan solo un año, concretamente en 2021, los eSports facturaron 1.000 millones de euros, una cifra que podría cuadruplicarse de aquí a 2026 según un informe de la compañía PwC. Esas competiciones o videojuegos online, en los que cada vez más los jóvenes ponen la vista como una salida laboral, permiten a los aficionados jugar desde su habitación con personas de otros países durante las 24 horas del día.
"Nada ni nadie te va a decir cuándo tienes que parar o cuándo debes parar. Eso solo lo decides tú y hay gente que es incapaz de ver ese punto. Es entonces cuando ya se empiezan a desarrollar ese tipo de conductas (alterar nuestra rutina habitual, dejar de comer o no dormir) que desembocan en un problema, en una adicción", cuenta Lucía Piñar en el vídeo superior de esta noticia.
Ocurre algo similar con Instagram. Cada vez son más los jóvenes que quieren dedicarse al mundo de las redes sociales y también son cada vez más el número de pacientes que acuden a terapia por su dependencia al teléfono móvil. Esto ha llevado incluso a algunos países europeos, como Holanda, Finlandia, Suecia, Italia y Francia, a prohibir los dispositivos electrónicos en los centros educativos.
Perfil de los adictos y síntomas
En la mayoría de los casos, suelen ser hombres de entre 15 y 29 años, tal y como recoge el mismo estudio de la Fad Juventud. Aunque las mujeres han adquirido un papel más importante en estos últimos años, es cierto que el número de jugadoras es menor.
"Muchas de ellas consideran que es un mundillo. Sigue habiendo mucha sexualización en los personajes femeninos. Hay mucho contenido sexista. Un 30% de las mujeres que juegan o han jugado en algún momento han sufrido acoso sexual", subraya la periodista ante el colaborador infiltrado. Esa imagen de los personajes provoca, según un trabajo de investigación de la Universidad Pompeu Fabra y la Universidad Oberta de Catalunya, insatisfacción en la imagen de las niñas. Además, "en algunos casos, lo que hacen para no dejar de jugar es ocultar su identidad. No muestra quiénes son, precisamente, para evitar este tipo de situaciones", resalta la periodista en la newsletter.
Con respecto a cómo reconocer a las personas que sufren esta dependencia, los terapeutas subrayan dos comportamientos destacables. Uno de ellos, el aislamiento social. Tal y como explica Piñar, "en el momento en el que una persona ya empieza a mostrar conductas antisociales, de no querer relacionarse con sus amigos o familiares, ahí ya nos damos cuenta de que esa persona es adicta a los videojuegos".
Otros de los síntomas que se empiezan a desarrollar son falta de atención, bajo rendimiento escolar, impulsividad o trastorno de atención e hiperactividad: al estar en contacto con los videojuegos constantemente, se interioriza una tensión que puede derivar en esa alteración de la conducta habitual.
"Como un contrato de alquiler"
Es una de las grandes preguntas. ¿Cómo evitar que la situación vaya a más desde un primer momento? Según los expertos, poniendo órdenes desde que una videoconsola entra en casa, como los horarios o el tiempo máximo frente a la pantalla cada semana. "Digamos que hay que establecer una serie de pautas, un contrato con los hijos, como cuando un propietario le va a alquilar la casa a una persona y establece un contrato con unas normas. Y si se saltan esas normas, hay penalización", cuenta la periodista del Área de Sociedad de Antena 3 Noticias.
Es decir, establecer un tiempo de juego a cambio de no abandonar la rutina, los estudios o el deporte y, al mismo tiempo, explicarle las consecuencias negativas que puede provocar una adicción en su salud mental y física. No obstante, "si vemos que la situación es incontrolable, pues ya, evidentemente, habría que ponerse en manos de un especialista, un psicólogo o psiquiatra, para que ayude a esa persona a desintoxicarse de los videojuegos, de esta adicción y también a liberarse de los síntomas que se han desarrollado a raíz del uso abusivo de las videoconsolas", concluye Lucía Piñar.
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