Fiebre, diarrea y dolor articular son los síntomas más comunes de la tularemia

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28 afectados

¿Qué es la tularemia? Origen, síntomas y recomendaciones

La red de vigilancia epidemiológica de Castilla y León ha alertado que se han registrado 28 casos de tularemia en la región, lo que ha hecho saltar todas las alarmas.

Los 28 casos confirmados de tularemia en Castilla y León han hecho saltar todas las alarmas de la red de vigilancia epidemiológica de la junta. En 2007 una epidemia afectó a casi 300 personas, la peor fechada hasta el momento. Sin embargo, pese a que cada cierto tiempo se dan brotes por las zonas rurales de Castilla, es una enfermedad poco conocida pero con bastante riesgos.

¿Qué es la tularemia?

La tularemia es una enfermedad infecciosa muy poco frecuente que suele atacar la piel, los ojos, los ganglios linfáticos y los pulmones. La causa de la tularemia, también denominada «fiebre de los conejos», es la bacteria Francisella tularensis.

La enfermedad afecta principalmente a los mamíferos, en particular a roedores, conejos y liebres, aunque también puede afectar a aves, ovejas y animales domésticos, como perros, gatos y hámsteres.

La tularemia puede transmitirse a los seres humanos por varios medios, como las picaduras de insectos y la exposición directa a un animal infectado. Es altamente contagiosa y potencialmente mortal, aunque no puede transmitirse entre seres humanos. En general, la enfermedad se puede tratar de manera eficaz con antibióticos específicos si se diagnostica a tiempo.

¿Cómo se puede contagiar?

- Los seres humanos pueden contraer la enfermedad a través de:

- La picadura de una garrapata, un tábano o mosquito

- La inhalación de material vegetal o tierra infectada

- El contacto directo, a través de una herida en la piel, con un animal infectado o su cadáver (con mayor frecuencia un conejo, una rata almizclera, un castor o una ardilla)

- La ingesta de carne afectada, aunque esto es poco frecuente.

Síntomas de la tularemia

Los síntomas de la enfermedad suelen ser bastante severos y udrar entre 3 y 6 semanas, sobre todo si no se trata convenientemente. Los más comunes son:

- Una úlcera en la piel que se forma en el sitio de una infección, generalmente cuando se trata de una picadura de insecto o animal

- Dolor e inflamación de las glándulas linfáticas

- Dolor muscular y en las articulaciones

- Fiebre súbita

- Escalofríos

- Dolor de cabeza

- Debilidad progresiva

- Puede derivar en neumonía

¿Cómo prevenir la infección?

La Junta de Castilla y León recomienda, para evitar el contagio de la enfermedad, no mantener contacto con animales muertos, enfermos o con con comportamientos no naturales; también evitar el consumo de aguas no potables; utilizar ropas protectoras y productos repelentes para evitar picaduras de insectos o garrapatas; no permitir que los niños toquen las piezas de caza y utilizar guantes y mascarillas cuando se manipulen; consumir carne de animales silvestres perfectamente cocinada; comunicar a los responsables de caza y/o sanidad animal la presencia de animales muertos, enfermos o con comportamientos no naturales; y, en caso de aparición de síntomas sospechosos de esta enfermedad, ponerse en contacto con el médico.

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