Los insectos tienen alto contenido en nutrientes aunque en algunas culturas causen rechazo

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INFORME DE LA FAO

La ONU recomienda comer insectos para contrarrestar la obesidad

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, consumir insectos podría ayudar a mejorar la seguridad alimentaria. Además, los criaderos de insectos producirían menos gases de efecto invernadero, y proporcionarían oportunidades de negocio para los más pobres, especialmente para las mujeres.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) anima a los consumidores a comer escarabajos, orugas y hormigas, y aseguran que así se podría ayudar a mejorar la seguridad alimentaria y contrarrestar la obesidad a nivel mundial. Esto se debe a los enormes beneficios de estos alimentos, que todavía son ampliamente rechazados en Occidente, tal y como apuntan expertos de la FAO.

De acuerdo con la agencia de la ONU, cerca de 2.000 millones de personas, un tercio de la población mundial, consumen insectos comestibles. A nivel mundial se consumen más de 1.900 especies de insectos, como los saltamontes, las termitas y las moscas, sobre todo en África y Asia.

Por ejemplo, en Yaundé (Camerún) ingieren desde termitas a saltamontes o larvas de escarabajo picudo, que se consumen según la temporada. En la capital camerunesa, sus habitantes conocen ampliamente los beneficios de los insectos comestibles. "Yo como insectos, ya que proporcionan nutrientes para el cuerpo, no son demasiado grasos y tienen múltiples propiedades. Si los consumes con frecuencia, rara vez caigo enfermo", afirma el camerunés Steve Abada.

En un informe sobre los insectos comestibles publicado hoy, la FAO y la Universidad de Wageningen, en Países Bajos, fomentan el consumo de insectos, algo que también podría tener beneficios ambientales y económicos. El estudio apunta que los criaderos de insectos producirían menos gases de efecto invernadero, y proporcionarían oportunidades de negocio para los más pobres, especialmente para las mujeres, que a menudo son las responsables de la recogida de insectos en las comunidades rurales.

Un tercio de la población mundial consume insectos comestibles

Según la FAO, una mujer puede recoger cuatro botellas de plástico llenas de langostas al día en temporada alta, que se puede vender por unos 15 euros. Las mujeres tienen un papel primordial en la promoción del consumo de insectos, ya que a menudo se encargan de alimentar a sus familias. "Los insectos son buenos porque, cuando ya no nos queda nada para producir en el campo, nos dan unos beneficios económicos alternativos y también podemos alimentarnos con ellos", expresa Philomene Enama, de la aldea de Dzeng, en Camerún.

Aunque la mayoría de las culturas occidentales siguen considerando el consumo de insectos como algo poco atractivo, esta mentalidad podría estar cambiando, afirma Eva Muller, del Departamento de la FAO en Roma. Muller dice que algunos restaurantes de Europa ya están empezando a ofrecer platos a base de insectos, y los presentan a los clientes como platos singulares.

"Los gustos cambian, como sucedió con el sushi. Hace veinte años nadie consumía sushi porque es pescado crudo y ahora le gusta a todo el mundo. Así que, a largo plazo, creo que los insectos también pueden ser consumidos en los países occidentales. En las culturas occidentales, donde tenemos un grave problema con la obesidad y el sobrepeso, los insectos son un elemento muy nutritivo que podría ayudar a tener una dieta saludable", añade Muller.

Y es que la obesidad en todo el mundo se ha duplicado desde 1980: unos 500 millones de personas padecen sobrepeso y la cifra sigue aumentando, según la Organización Mundial de la Salud, que indica que los Estados Unidos es uno de los países con los mayores índices de obesidad.

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