Llegan los fármacos que podrían acabar con la obesidad

Se inventaron para combatir la diabetes, pero su uso ha dado como resultado un efecto secundario positivo: la pérdida de peso. Ahora bien, ¿cuál es el secreto que esconden estos medicamentos?

Fármacos superefectivos y potentes que suprimen el apetito que funcionan gracias a unas nuevas y revolucionarias moléculas. Según el doctor Christian Alvarado, director de la Unidad de Obesidad de Hospital Zarzuela y socio de la Sociedad Española de Obesidad, "lo que hacen estas moléculas es imitar a una molécula que nosotros producimos en el intestino después de comer y que va al cerebro y nos dice que hemos comido".

Se trata, pues, de una molécula 'anorexigénica' que quita el apetito y que al relajar el estómago da al que la consume sensación de saciedad, motivo por el que frena la ingesta de alimentos. Una sensación de plenitud que suele ser muy eficaz sobre todo en las primeras etapas del tratamiento.

"No están indicados hasta que la obesidad no es más grave"

La duda es si estos fármacos son seguros y si los podrían tomar todos los pacientes. Los expertos advierten que "no están indicados hasta que la obesidad no es más grave", apostilla la doctora Pilar García Durruti, jefa de servicio de endocrinología de HM Montepríncipe. Para hacerse una idea, solo en España, casi el 38% pesa más de lo recomendable y el 16% es obeso.

La pregunta que muchos se hacen es también la de cuántos kilos se podrían llegar a perder. Al respecto, el doctor Alvarado comenta que "si una persona pesa 120 kilos, la pérdida de peso de media se estima en torno a unos 25 kilos".

Toda una revolución científica. Aunque el interrogante que muchos esperan resolver es si serán la solución para acabar con la obesidad. Los expertos advierten: "Hay que dejarlos exclusivamente para pacientes que realmente no tienen otra arma terapéutica", añade la doctora García Durruti.

La importancia de llevar una vida sana

Si en algo coinciden los expertos es que el uso de esta nueva generación de fármacos traerá otros beneficios asociados, ya que la obesidad es una enfermedad en la que los pacientes presentan, además, otras patologías. Son fármacos que protegen de manera cardiovascular y renal y sus únicas contraindicaciones son síntomas relacionados con el aparato digestivo. Asimismo, también señalan que la solución no es solo una pastilla, sino que esta hay que combinarla con una vida sana.

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