Se incrementa la demanda de antidepresivos en las farmacias desde el inicio de la pandemia del coronavirus

Desde el inicio de la pandemia del coronavirus la demanda de antidepresivos en las farmacias se ha incrementado, tendencia que se ha mantenido durante la segunda ola de COVID-19 entre el 1 de septiembre y el 30 de noviembre.

Este aumento de consumo de antidepresivos puede estar asociado a la necesidad de paliar la "fatiga pandémica" que, según la OMS, es una respuesta natural y esperada ante una crisis de salud pública prolongada, como la vivida en 2020. En el periodo de marzo a noviembre de este año, la demanda de fármacos antidepresivos aumentó un 4,8% respecto al mismo periodo de 2019, pero el incremento es todavía mayor si se analiza el período comprendido entre septiembre y noviembre, que se acerca al 6%.

"La situación emocional durante la pandemia ha puesto luz a mucho sufrimiento psíquico y ha provocado estrés por la incertidumbre, el cambio, la adaptación a una situación nueva, el teletrabajo, la conciliación, etc.", afirma Marta del Prado, psicóloga sanitaria y forense que añade: "todo este sufrimiento se ha ido sosteniendo con los recursos psíquicos que cada uno de nosotros tiene. Sin embargo, estos recursos son insuficientes después de tantos meses".

Sin embargo, en la segunda ola del coronavirus, se ha registrado una disminución en la demanda de antibióticos con respecto a 2019, que se justifica por una triple razón: por un lado se prescribieron menos recetas debido a una menor afluencia de gente a las consultas; una mayor concienciación social sobre el consumo racional de antibióticos; y las medidas de protección frente al coronavirus (mascarillas, lavado de manos y distancia interpersonal), que pueden haber influido en una menor propagación de otras infecciones bacterianas respiratorias.