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Coronavirus

Un estudio argentino confirma que la ivermectina reduce la carga viral en pacientes de coronavirus

Según el equipo de científicos argentino, la ivermectina es capaz de reducir la carga viral en pacientes de coronavirus permitiendo al sistema inmune del enfermo defenderse mejor. Se trata de un tratamiento antiparasitario que ya tiene licencia de comercialización y sus resultados frente al coronavirus son positivos.

En resumen

La ivermectina pertenece a una clase de medicamentos llamados antihelmínticos, un antiparasitario cuya aplicación ahora se está estudiando en la lucha contra el coronavirus. El tratamiento se está probando en humanos ya en Argentina y con resultados esperanzadores.

El estudio realizado en Argentina sobre la ivermectina ha concluido que "determina claramente" la capacidad del fármaco para reducir la carga viral del coronavirus por lo que permite al sistema inmune del paciente "tener mejores ventajas para pelear el virus".

"Lo que buscamos es en la etapa temprana una herramienta para bajar la carga viral del coronavirus y que le de sustento a la respuesta inmune del individuo para que se pueda defender", precisó el director del Centro de Investigaciones Veterinarias de Tandil, Carlos Lanusse, en Argentina.

Este estudio, del uso de la ivermectina para frenar al coronavirus, se ha llevado a cabo sobre 45 pacientes hospitalizados en estado leve o moderado en los primeros 5 días de la enfermedad. De estos 45, 30 recibieron la ivermectina y 15 actuaron como grupo control. El estudio sirve como precedente para futuros estudios con hipótesis clínicas sobre una muestra mucho mayor.

"Este es un estudio de prueba de concepto con objetivos ideológicos, para llegar a determinar exactamente el rol clínico harían falta estudios con indicadores clínicos" en pacientes con coronavirus, subrayó el director del proyecto, Alejandro Krolewiecki.

Un antiparasitario frente al coronavirus

Hasta el momento, este medicamento, la ivermectina, ya cuenta con la aprobación de la FDA para su comercialización. El objeto de tratamiento de la ivermectina es el uso como antiparasitario.

En concreto, la ivermectina se indica, hasta el momento, para el tratamiento de la estrongiloidiasis. Se trata de una infección provocada por un tipo de parásito que entra en el organismo a través de la piel. Ese parásito llega a las vías respiratorias y se aloja en el intestino. El tratamiento actúa sobre esos parásitos que se encuentran en el aparato digestivo.

Este medicamento también tiene otra aplicación, el tratamiento o control de la oncocercosis, conocida como ceguera de los ríos. Esta afección se trata de un tipo de infección que provoca un tipo de parásito que provoca sarpullido, bultos bajo la piel y problemas de la vista, como pérdida de visión o ceguera. En este caso, el medicamento actúa destruye los parásitos en desarrollo, pero no cura la infección.

Efectos secundarios

La toma de ivermectina puede provocar ciertos efectos secundarios que están documentados. En concreto, las autoridades médicas advierten de la consulta al especialista en caso de registrarse efectos como:

  • mareos
  • pérdida de apetito
  • náuseas
  • vómitos
  • dolor o hinchazón estomacal
  • diarrea
  • estreñimiento
  • debilidad
  • somnolencia
  • temblor incontrolable de alguna parte del cuerpo
  • molestias en el pecho

Su uso comercial ya está aprobado

El uso comercial de la ivermectina ya está aprobado y su forma de actuar se basa en ocupar los transportadores celulares que el virus emplea para pasar del citoplasma al núcleo de la célula, "donde el virus utiliza la maquinaria replicadora de la célula para seguir multiplicándose".

El grupo de científicos establece que el fármaco es más eficaz en las etapas iniciales de la enfermedad, incluso antes de que aparezcan los síntomas, ya que en muchos casos cuando los síntomas llegan a su máximo ya no hay carga viral.

Además esta investigación lanza una nueva hipótesis sobre si la ivermectina "puede o no tener un nicho de oportunidad como preventivo", que deberán despejar futuras investigaciones. Este estudio, que se inició en mayo, es fruto de una cooperación público-privada, en la que estuvo presente el Ministerio de Ciencia y Tecnología, cuyo titular, Roberto Salvarezza, participó en la presentación de hoy y resaltó la "validez científica" que aporta a la discusión sobre el uso del fármaco.

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