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CIENTÍFICOS AFIRMAN

La madre puede modificar la genética de su hijo aunque no sea biológicamente suyo

Además, científicos han determinado que es en el quinto día de la concepción cuando la gestante tiene un efecto reprogramador en el embrión.

La Fundación IVI ha demostrado por primera vez la comunicación entre la futura madre y su embrión antes de implantar, un hallazgo que confirma que la gestante es capaz de modificar la genética de su futuro hijo aún cuando el óvulo es de otra mujer, como sucede en los casos de ovodonación.

El estudio, publicado en la revista científica Development y desarrollado por los investigadores Felipe Vilella y Carlos Simón -director científico de la Fundación IVI-, concluye que los hábitos de la gestante son "determinantes" en el desarrollo embrionario, "modificando el genoma del embrión para bien o para mal", según fuentes de la entidad.

La investigación demuestra, por primera vez en la historia de la genética, algo que ya propuso Barker en 1990 cuando dijo que "lo que sucede en el útero materno es más importante que lo que sucede en la casa tras el nacimiento: la comunicación entre gestante y embrión, dando lugar a modificaciones en el genoma del futuro bebé".

El trabajo revela que la madre puede modificar la información genética del hijo, aun cuando el óvulo es de una donante o entre gestante subrogada y bebé. "Esto cambia por completo el paradigma de la ovodonación y subrogación de útero, abriendo la puerta a la esperanza de aquellas madres que tienen que recurrir a la donación ovocitaria para cumplir sus deseos reproductivos y alertando a aquellas que optan por una subrogación, sobre la importancia de la madre de sustitución y la información que emana", según las fuentes.

Vilella ha asegurado que este hallazgo "nos muestra que existe un intercambio entre endometrio y embrión, algo que ya sospechábamos por la coincidencia de algunos rasgos físicos entre madres e hijos de ovodonación así como por la incidencia de enfermedades de los niños relacionados con patologías maternas durante la gestación, como obesidad o tabaquismo".

Según ha explicado, determinadas condiciones a las que se someten las mujeres acaban modificando sus células (también las del endometrio), como el tabaquismo o la obesidad. Esto produce que el líquido endometrial cambie también y, en su secreción se encuentre la liberación de información genética de la gestante que es tomada por el embrión, modificando así su desarrollo. "Esta comunicación puede inducir a que en el embrión se expresen o se inhiban funciones específicas, dándose lugar a modificaciones que nos muestra el proceso de transmisión de enfermedades como la diabetes o la obesidad", ha afirmado.

Los investigadores de la Fundación IVI han señalado que esta publicación "abre la puerta a poder evitar este tipo de enfermedades cuando su causa es epigenética". "Sabiendo que existe esta transmisión, en el futuro podremos detectar cómo cortarla acabando con la tónica de madres obesas, hijos obesos o en los países en los que se permite la subrogación de útero, darle más importancia al historial de hábitos previos a la gestación, de la gestante", han concluido.

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