Agua
Beber agua embotellada no es más seguro que agua de grifo, según un nuevo estudio
Investigadores de Estados Unidos y Qatar advierten que el agua embotellada puede contener contaminantes como microplásticos y sustancias químicas nocivas, mientras que su creciente demanda supone un grave impacto ambiental.
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Un nuevo estudio publicado este miércoles en la revista 'BMJ Global Health' ha puesto en entredicho la creencia popular de que el agua embotellada es más segura y saludable que el agua de grifo. Según el estudio, llevado a cabo por un equipo de cinco investigadores de Estados Unidos y Qatar, el agua embotellada no está sujeta a los mismos estándares rigurosos de calidad y seguridad que el agua de grifo, lo que puede conllevar riesgos importantes para la salud.
El informe destaca que el agua embotellada puede contener sustancias químicas nocivas, especialmente cuando se almacena durante largos periodos de tiempo o se expone a la luz solar y altas temperaturas. Estas condiciones pueden provocar que algunos contaminantes presentes en los plásticos, como ftalatos y bisfenol A (BPA), se filtren al agua, incrementando el riesgo de exposición a estos compuestos.
El aumento del consumo de agua embotellada
El estudio también señala el impacto del aumento de la demanda de agua embotellada a nivel global. Se estima que se compran aproximadamente un millón de botellas de plástico por minuto en todo el mundo, mientras que cerca de 2.000 millones de personas dependen de esta fuente de agua debido a la falta de acceso a agua potable segura. Este crecimiento sostenido en el consumo de agua embotellada ha sido alimentado en gran parte por la publicidad de la industria, que ha promovido la idea de que el agua embotellada es más saludable que la de grifo.
Sin embargo, los autores del estudio advierten que esta creencia popular tiene un "enorme y creciente" coste tanto para la salud humana como para el medio ambiente. Ante esta situación, instan a un "replanteamiento urgente" sobre el uso generalizado del agua embotellada, dado que los riesgos asociados a su consumo no se limitan únicamente a la salud individual, sino también al impacto ambiental que genera.
Contaminación y riesgos para la salud
El estudio indica que entre el 10% y el 78% de las muestras de agua embotellada contienen contaminantes, incluidos microplásticos, que se han asociado con diversos problemas de salud. Los microplásticos son considerados disruptores hormonales y se ha demostrado que pueden causar estrés oxidativo, desregulación del sistema inmunológico y cambios en los niveles de grasa en la sangre. Además, la exposición a largo plazo a sustancias como el BPA ha sido vinculada con problemas de salud crónicos, como hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad.
Aunque existen límites de seguridad a corto plazo para estas sustancias, los efectos a largo plazo de la exposición a microplásticos y otros contaminantes presentes en el agua embotellada siguen siendo en gran parte desconocidos, según los investigadores.
Impacto ambiental y reciclaje insuficiente
Además de los riesgos para la salud, el uso masivo de botellas de plástico tiene un impacto ambiental significativo. El estudio señala que las botellas de agua representan el segundo contaminante más común en los océanos, constituyendo aproximadamente el 12% de todos los residuos plásticos. A nivel mundial, solo un 9% de las botellas de plástico se reciclan, lo que significa que la mayoría termina en vertederos, incineradores o exportadas a países de ingresos bajos y medios para su tratamiento.
El proceso de producción de estas botellas también contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que agrava aún más la crisis climática. Aunque se han implementado algunos esfuerzos para reducir el uso de plásticos de un solo uso y promover el acceso al agua potable en espacios públicos, los investigadores advierten que es necesario hacer mucho más.
Un cambio urgente hacia el agua de grifo
Los autores del estudio concluyen que es esencial implementar intervenciones gubernamentales y campañas educativas para cambiar la percepción del público sobre el agua embotellada y promover el uso de agua de grifo. Según el informe, la dependencia del agua embotellada no solo conlleva costes significativos para la salud, sino también grandes repercusiones económicas y ambientales, lo que hace urgente una reevaluación de su uso a nivel mundial.
En resumen, los investigadores insisten en que elegir agua de grifo es una opción más segura, saludable y sostenible para el planeta y la salud humana.
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