Pueblo de Sirince, ubicado en la provincia turca de Esmirna

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REFUERZO POLICIAL Y GENDARMERÍA

Un pueblo turco se prepara para sobrevivir sin incidentes al "fin del mundo"

Todo listo para un "fin del mundo" sin incidentes. Es el mensaje de las autoridades de Esmirna, la provincia turca donde se ubica el pintoresco pueblo de Sirince, que supuestamente se salvará del apocalipsis vaticinado por algunos para el viernes.

Todo listo para un "fin del mundo" sin incidentes. Es el mensaje de las autoridades de Esmirna, la provincia turca donde se ubica el pintoresco pueblo de Sirince. Según estima la cadena turca NTV, unas 20.000 personas pueden congregarse ese día en el pueblo, que cuenta con un censo de 570 vecinos. "Ya hay unos cuantos visitantes, pero la gran mayoría llegará el jueves y viernes; será la locura", asegura Sevan Nisanyan, un escritor turco-armenio que posee un hotel en Sirince. Para reducir la presión, el pueblo será peatonal durante el "fin del mundo" y las autoridades han acondicionado un inmenso aparcamiento en las cercanías del pueblo.

Desde Esmirna llegan equipos de refuerzo de la policía y la gendarmería, numerosas ambulancias e incluso un helicóptero sanitario. El gobernador del municipio de Selçuk, del que forma parte Sirince, ha establecido además una lista de precios máximos para hostelería y tiendas de comestibles, para evitar sorpresas desagradables a visitantes que no tengan intención de gastar ese día como si fuera el último.

100 euros para estar a salvo
Aun así, quienes pretenden escapar del supuesto cataclismo deberán pagar al menos unos 100 euros, que es el precio desde el que empiezan las escasas ofertas en los hoteles que todavía tienen plazas. Y para tranquilizar a los dubitativos, varios teólogos musulmanes han recorrido estos días el pueblo para asegurar a los creyentes que sólo Dios conoce la fecha del fin del mundo y que no hay motivo para el pánico. No está claro por qué Sirince ha pasado a formar parte del elenco de localidades donde sobrevivir, supuestamente, al fin de la era maya.

Aunque en las inmediaciones del pueblo se hallan las ruinas griegas de Efeso, varias iglesias antiguas, una "casa de la Virgen María" e incluso la cueva en la que se refugiaron, según la leyenda cristiana, los Siete Durmientes, que ante la persecución del emperador Decio contra los cristianos durmieron allí durante más de cien años para despertar bajo el reinado de Teodosio, no se ha precisado ninguna relación especial con intervenciones ocultas o de extraterrestres, como ocurre en localidades de atracción similar.

Destino milenarista
Aunque en Turquía, sólo en los últimos meses, la prensa ha empezado a descubrir el pueblo como destino milenarista, Sevan Nisanyan asegura que viene de antiguo. "Hace al menos 30 años que viene aquí gente de ese tipo; en los ochenta creo que localizaban el fin del mundo en el año 2000, en 2005-2006 hubo un 'boom', ya por la era maya, aunque luego volvió a decaer un poco", relata el escritor. Varios hostales han declinado hacer declaraciones sobre la llegada de turistas, pero según la prensa turca se prevé que este viernes deje no sólo buenos ingresos sino también una publicidad de efecto sostenido.

El propio ministro turco de Cultura y Turismo, Ertugrul Günay, declaró hace pocos días su "aprecio y apoyo a las leyendas e historias mitológicas", por contribuir a la promoción de Turquía. "Según nuestros datos, nada indica que el fin del mundo tenga lugar ese día, pero será bienvenido quien, con ese motivo, quiera conocer esa bella región", dijo, invitando a todos a disfrutar "de un agradable desayuno el 22 de diciembre".

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