Pasa seis días con el cuerpo de su esposa en casa porque no quería que la llevaran a un depósito de cadáveres

"Mi corazón está roto, no sé si llegará a curarse alguna vez y ni siquiera sé si quiero que se cure. Buen viaje a la próxima vida mi querida Wendy, yo nunca te olvidaré y siempre serás amada por mí, por los niños y por otras muchas personas. Has demostrado cómo vivimos y cómo morir con gracia, honor, amor y belleza. Estoy increíblemente agradecido por todo lo que eres y has sido para mí. Te adoro."

Con estas palabras se despidió Russell Davison de su esposa Wendy. Wendy fue diagnosticada con cáncer de cuello uterino. Los médicos le dieron seis meses de vida y ha muerto tres años después de este pronóstico.

Wendy tenía el deseo de morir en su casa rodeada de los suyos y así lo hizo su familia. Su viudo Russell no quería que ella acabase en un depósito de cadáveres del hospital así que Wendy falleció en su cama al lado de sus hijos, su marido y su fiel perro Elvis.

"La muerte parece un tema tabú en nuestra sociedad, nadie parece querer hablar de ello", dice Russell según recoge Daily Mail. "Tener el cuerpo de Wendy aquí y poder sentarme con ella todo el día o que sus amigos y familiares vengan a estar con ella, charlar sobre ella y encender velas ha resultado una experiencia hermosa y reconfortante para todos los que estamos participando". Ha explicado después de tener en casa a su lado durante seis días el cadáver de Wendy.

Cuando le dijeron que sólo le quedaban seis meses de vida Wendy y Russell decidieron viajar por toda Europa. En septiembre su viaje llegó a su fin debido a los dolores de Wendy demasiado difíciles de soportar.