Estados Unidos
Una mujer descuartiza a su marido y pide a sus hijos que escondan el cuerpo
Thessalonica Allen, de 34 años, ha sido acusada de asesinar a su marido de un disparo y descuartizarlo el pasado 27 de julio. Tras cometer el crimen, pidió a sus hijos, menores de edad, que la ayudaran a esconder el cuerpo.

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Thessalonica Allen, de 34 años, fue arrestada en el estado de Indiana, Estados Unidos, acusada de disparar y matar a su marido, después de una fuerte discusión en el domicilio familiar el pasado 27 de julio. Según informan los investigadores, los hijos de la acusada, adolescentes menores de edad, acudieron a la habitación, tras escuchar los disparos, y observaron a Randy moribundo pidiendo ayuda. Seguidamente la madre les pidió que no avisaran a nadie y que volvieran a sus habitaciones.
Sin embargo, Allen acabó pidiendo ayuda a sus hijos para arrastrar el cuerpo de su marido hasta el coche e intentar hacerlo desaparecer. Al comprobar que era demasiado pesado, Thessalonica decidió descuartizar el cuerpo, amputando las piernas del cadáver. A sus hijos también les pidió ayuda para que guardaran los miembros amputados en bolsas de basura. Finalmente, Thessalonica guardó los restos del cuerpo en el armario de la habitación de su hija.
Según relataron después los niños a los investigadores, el plan era trasladar las partes del cadáver en coche hasta un lugar apartado y prenderle fuego. Sin embargo, no le dio tiempo, porque su ex-novio y padre de uno de los menores denunció a Thessalonica a la policía que la detuvo en su domicilio, donde todavía continuaba el cadáver de su esposo.
Una lista tétrica de tareas
El ex novio fue al domicilio familiar porque ella lo llamó alertando de que Randy estaba dando una paliza a su hijo. Cuando éste llegó descubrió el cadáverdescuartizado en el armario. La mujer le contó que habían discutido y que ella le disparó porque le estaba pegando y también estaba agrediendo a sus hijos.
Después de la detención, la policía encontró una tétrica lista de tareas bajo una de las almohadas de la cama de la hija de la asesina entre las que se podía leer cosas como: “golpearlo con un martillo y apuñalarlo” y “enrollar el cuerpo en sábanas y bolsas de plástico”.
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