"Este jueves a la una la Policía recomendó a la gente quedarse en sus casas. La población estaba muy nerviosa ayer, compraba comida y echaba gasolina por miedo a que cortaran las carreteras.", relataba en Espejo Público el profesor de español en Kiev, Javier Larrauri.
Después de una noche de negociaciones entre el Gobierno ucraniano y oposición, "parece que todo se ha calmado un poco. No ha habido muchos disturbios. Después de comer, este viernes, volverán a reunirse las dos partes con los diplomáticos europeos esperanzados con encontrar una solución., relata.
"El Gobierno y los protestantes se han enfrentado varias veces en los últimos tres meses. Luego hubo quince días de calma tensa, pero todo el mundo sabía que esto iba a estallar", comenta Larrauri cuando recuerda cómo estalló la situación. "El problema es que esta situación se ha extendido a otras ciudades, donde ya han comenzado conatos de altercados. La protesta es popular y contra el Gobierno."
"Este Gobierno ganó las elecciones con una mayoría muy pequeña. Todo empezó con el rechazo a firmar el acuerdo de adhesión europea, la situación encrudeció hasta las armas. Se considera que todo el mundo está contra el Gobierno, la oposición está formada por varios partidos pequeños. Las decisiones del Gobierno y el Primer Ministro, que ha dimitido a finales de enero, han sido nefastas."
