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Irán amenaza de muerte a Donald Trump

Irán prohíbe la entrada al país del director del organismo atómico de la ONU y suspende toda cooperación tras denunciar filtraciones de datos a Israel

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El ayatolá chií Naser Makarem Shirazi emitió una fatwa en la que califica al presidente estadounidense Donald Trump y al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu como "mohareb", término de la jurisprudencia islámica que identifica a los "enemigos de Dios" y que, en el sistema penal iraní, puede acarrear penas severas como la ejecución o el exilio.

En su declaración, el clérigo, considerado uno de los principales referentes religiosos del país, definió a ambos líderes como "señores de la guerra", en alusión directa a su responsabilidad en decisiones de política exterior que, según su visión, han contribuido a la desestabilización de Oriente Próximo.

Una semana después del alto el fuego pactado entre Irán e Israel, tras doce días de hostilidades, la tensión entre Teherán y la comunidad internacional se ha trasladado del terreno militar al diplomático. Irán ha decidido suspender formalmente su cooperación con la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y ha vetado la entrada en el país de su director, Rafael Grossi, en un nuevo gesto de ruptura.

El parlamento iraní aprobó la medida con el respaldo del Consejo de Seguridad, en un momento de creciente desconfianza hacia Naciones Unidas. Según argumentan las autoridades, el veto responde a la sospecha de que Israel obtuvo información clasificada sobre sus instalaciones nucleares a través del organismo atómico. "Se descubrió que el Gobierno israelí accedió a datos sensibles de nuestras plantas", afirmó el vicepresidente del parlamento iraní, Hamid Reza Haji Babaei.

Acusaciones de espionaje y bloqueo a los inspectores

La ruptura con el OIEA llega en un contexto de elevada crispación. Varios medios progubernamentales han insinuado vínculos entre la agencia y los recientes bombardeos israelíes, señalando incluso a Grossi como supuesto colaborador del Mosad. El diario ultraconservador Kayhan ha llegado a pedir su ejecución si pisa suelo iraní: "Debe ser juzgado y ejecutado por espiar y participar en el asesinato del pueblo oprimido de nuestro país".

Aunque el embajador iraní en la ONU, Amir Saeid Iravani, ha desmentido que existan amenazas contra el personal del OIEA, ha confirmado que varios inspectores permanecen en el país sin poder realizar su trabajo. "Están en Irán, en condiciones seguras, pero la actividad ha sido suspendida", señaló. Las autoridades iraníes alegan que no pueden permitir su labor mientras no se tenga una evaluación detallada de los daños sufridos.

Teherán insiste en su derecho a enriquecer uranio

A pesar del deterioro de las relaciones, Irán no ha descartado retomar las negociaciones sobre su programa nuclear. El propio Iravani aseguró que Teherán está dispuesto a explorar vías de entendimiento con Estados Unidos, incluso aunque no se haya formalizado ninguna solicitud. "Estamos listos para negociar", insistió, sin cerrar la puerta a soluciones intermedias.

Entre las opciones sobre la mesa se encuentra la transferencia de uranio enriquecido a un tercer país, que permitiría pausar el programa sin eliminar las reservas. Iravani matizó que esta medida no representa una "línea roja", siempre que Irán pueda seguir supervisando el proceso desde fuera.

Dudas sobre los ataques de EE. UU. y la gestión del OIEA

Mientras en Israel la atención se ha desplazado hacia los asuntos internos, Irán mantiene la incógnita sobre el impacto real de los bombardeos estadounidenses en sus instalaciones nucleares. Un reciente reportaje del Washington Post recogía el testimonio de funcionarios iraníes que minimizan los daños. En paralelo, fuentes del Pentágono consideran que la ofensiva ordenada por Trump podría haber detenido, pero no desmantelado por completo, las capacidades de enriquecimiento de uranio.

En este contexto, la figura del OIEA, único organismo con capacidad para verificar el estado de las instalaciones, ha quedado en entredicho. "Es ilógico que esperen nuestra colaboración dadas las circunstancias actuales", declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Esmaeil Baqaei. Por su parte, el ministro Abbas Araghchi tildó de "inútil" y "maligna" la intención del organismo de evaluar los daños.

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