El estudiante durante su discurso

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El emotivo e inesperado discurso de graduación de un joven autista

Sef Scott habló durante casi seis minutos, un logro personal. Pero no era solo la cantidad de sus palabras, era la calidad lo que le valió una gran ovación. La audiencia se puso de pie con estruendosos aplausos cuando terminó su discurso.

Un estudiante de último año de una escuela secundaria autista que generalmente no habla mucho hizo algo inesperado en su acto graduación. El valiente Sef Scott se subió al podio y pronunció un discurso con un mensaje inspirador: hacer lo inesperado, como hizo él.

"Inesperado. Eso es lo que quiero que recuerdes. Inesperado", así comenzó Sef su discurso. "En primer lugar, me imagino que para las personas que saben quién soy, les sorprenderá que esté aquí dando este discurso".

Según detalla la CBS, el joven se presentó a la multitud: "Permítanme explicar brevemente esta elección inesperada de orador. Mi nombre es Sef Scott y soy un estudiante con diferencias de aprendizaje. Para ser más específico, tengo autismo y un trastorno de comunicación social", explicó.

En su discurso cuenta que si bien tiene el vocabulario y la capacidad de hablar que la mayoría de las personas tiene, no es normal que él hable. "Solo por estar aquí hablando con todos ustedes, esto es inesperado", señaló Sef, algo a lo que su público respondió con aplausos.

Sef explicó que su hermano, un superviviente de un tumor cerebral, comenzó a dar discursos en eventos para recaudar dinero para varias organizaciones benéficas para niños. Él y su madre lo ayudaron a escribir su discurso de graduación oración por oración para hacer oír su voz.

Junto con su poderoso mensaje sobre ser y hacer lo inesperado, también sacó algunas bromas. "Todos tenemos una cosa en común. Todos lo logramos", les dijo a los graduados. "¿Y cómo lo sé? Bueno, es algo obvio. Todos ustedes están aquí conmigo en una ceremonia de graduación con esas togas y chaquetas. Sí, tengo autismo, pero también soy inteligente. Inesperado, ¿verdad?", dijo en tono de broma.

Sef Scott habló durante casi seis minutos, un logro personal. Pero no era solo la cantidad de sus palabras, era la calidad lo que le valió una gran ovación. La audiencia se puso de pie con estruendosos aplausos cuando Scott terminó su discurso. Deseó suerte a la clase de 2018, y salió del escenario con confianza.

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